Los nueve colegios de Cuenca que inscribieron a los nuevos alumnos de octavo de básica a través de Internet amanecieron custodiados. Seis policías se ubicaron en la puerta principal de ingreso de cada plantel para evitar las protestas de los padres de familia.
A los planteles Febres Cordero, Manuel J. Calle, Octavio Cordero, Herlinda Toral, Manuela Garaicoa, Benigno Malo, Miguel Merchán, Ciudad de Cuenca y Miguel Moreno solo ingresaban los representantes de los abanderados. Eso molestó a decenas de padres de familias que buscaban un cupo.Ayer, en medio del griterío, estuvo Janeth Manrique, de 35 años. Su hija Karla Manrique salió favorecida en el sorteo electrónico del 16 de julio, para ingresar al Colegio Herlinda Toral. Ahora está preocupada porque el promedio de su hija es 16 y este plantel recibirá solo a los 340 mejores alumnos, entre abanderados, personas con discapacidades diferentes y hermanos de alumnos que se educan allí. Hasta las 10:00 de ayer sumaban 41 abanderados registrados.
Manrique cuestionó la nueva selección y las irregularidades del anterior proceso. “No todos los niños tienen un promedio alto. Hay muchos factores que inciden en las bajas notas y por eso no se los debe discriminar”.
El rector del Colegio Herlinda Toral, Gonzalo Jaramillo, señaló que para atender la demanda este año subió de 240 a 340 el cupo para octavo año de básica. Hasta el año lectivo anterior eran siete paralelos y para este se acoplarán tres más.
Según Jaramillo, el Ministerio de Educación se comprometió a contratar a nuevos maestros e invertir en las adecuaciones. Según la Dirección de Educación de Azuay, cada uno de los nuevos planteles mencionados tienen sobre los 1 200 alumnos.
En el Colegio Garaicoa, el proceso avanzó con normalidad, aunque hubo reclamos en las afueras. “¿Quién pagará por el tiempo y los gastos económicos incurridos en la inscripción por Internet?”, reclamaba Sofía Calderón, madre de una niña favorecida en el primer proceso.
Entretanto, la Dirección de Educación de Tungurahua, en el centro de Ambato, amaneció ayer con resguardo policial. Ocho uniformados provistos con cascos y escudos antimotines hacían frente a 40 padres de familia, que desde las 08:00 protestaban a un costado de la calle Bolívar.
Con gritos pedían que se respetara el sorteo electrónico de cupos para octavo de básica.
Carmen Puma, una de las manifestantes, solicitaba también hablar con la directora provincial de Educación, Rosario Mazón.
Puma llegó temprano desde la parroquia Picaihua, a 20 minutos del centro. “Mi hija se ganó un cupo en el Instituto Guayaquil. Pero ya no sé si será aceptada o tendrá que ir a otro establecimiento”.
En ese momento llegó Mazón. La funcionaria volvió a explicar que el proceso del sorteo fue anulado. “Por eso, desde el martes, en cada uno de los ocho planteles se reciben las inscripciones mediante un cronograma”. Además, en cada institución se conformó una Consejo de Veeduría para vigilar que no ocurran anomalías en este proceso. Están integrados por los presidentes de los comités de padres de familia, de los consejos estudiantiles y los rectores.
Los manifestantes se calmaron y permitieron que se abrieran las puertas. Mazón enseguida empezó un recorrido por los centros educativos. Hasta la semana pasada se sabía que 540 estudiantes en esta provincia no salieron favorecidos en el sorteo.
En Ibarra, el proceso fue normal
En Ibarra no hubo novedades ayer respecto al primer día de inscripción de los estudiantes aspirante al primer año de secundaria. Hasta el mediodía hubo poca asistencia en los colegios como el de Señoritas Ibarra, que con
3 552 tiene el mayor número de educandos de la provincia.
Solamente se inscribieron 19 abanderas. Este plantel dispone de 320 cupos para octavo nivel de básica. Según Miriam Salgado, rectora del Colegio Ibarra, es la capacidad máxima tomando en cuenta que disponen de 10 paralelos con 40 estudiantes cada uno. Es decir, 400 cupos. Sin embargo, 32 están reservados para los estudiantes del mismo plantel que perdieron el año.
En la Unidad Educativa Experimental Teodoro Gómez de la Torre se inscribieron hasta las 13:00 un total de 18 abanderados. Este plantel, que tiene 2 756 educandos, oferta 320 cupos para octavo nivel. Esto tomando en cuenta que tiene ocho paralelos de 40 alumnos en cada uno. Sin embargo, 110 cupos están reservados para los estudiantes del mismo plantel que fueron promocionados de séptimo año y los que repitieron el octavo nivel, asegura el rector del plantel, Víctor Dueñas.
El martes último, entre tanto, se explicó la mecánica de la nueva modalidad los rectores de siete planteles de Imbabura, que poseen más de 1 200 estudiantes. Redacción Sierra Norte