La reunión de los representantes de las universidades se realizó en la Facultad de Auditoría de la Universidad Técnica de Ambato. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.
Los rectores y delegados de 60 universidades del Ecuador participan de la primera sesión de trabajo para analizar el reglamento del Modelo de gestión institucional de universidades y escuelas politécnicas 2018. La actividad se cumple en el auditorio de la Facultad de Auditoría de la Universidad Técnica de Ambato este viernes 25 de agosto de 2017.
Gabriel Galarza, presidente del Consejo de Evaluación Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces), explicó que fue una iniciativa importante de la UTA para presentar el borrador que fue aprobada hace pocos días por el Ceaaces.
El objetivo es analizar el documento con las autoridades de las universidades y escuelas politécnicas para afinar un modelo de evaluación que apuntale el aseguramiento de la calidad de la educación.
Mencionó que se recogieron las experiencias anteriores a partir del Mandato 14 que permitió que el Conesup y el Conea intervengan y califiquen a las instituciones de educación superior, desde entonces se dan una serie de procesos.
En el 2018 deberá desarrollarse la evaluación de las universidades y escuelas politécnicas y el propósito es que las autoridades encargadas de los procesos de autoevaluación en los centros analicen el borrador con la idea de recoger sugerencias y los posibles cambios en temas como organización, claustro de profesores, investigación, vinculación con la sociedad, recursos e infraestructura y estudiantes.
Para el rector de la Universidad Técnica de Ambato, Galo Naranjo, hay que dejar de lado conceptos como la categorización de las universidades y escuelas politécnicas. Este es un concepto que discrimina a la educación superior. “Creemos que todas las universidades y escuelas politécnicas deben ser categoría A”.
Aseguró que las universidades públicas dependen del presupuesto Estatal. “Si se pide la implementación de laboratorios y tecnología de punta se debería al mismo tiempo medir cuál es el presupuesto asignado”.
Manifestó que cuando se exige la presencia de PhD en los centros de educación superior frente a cuántos profesores están en las universidades, se debe preguntar cuántos hay en el país y si un profesional con estas características garantiza automáticamente la calidad o que fue formado para realizar investigación y eso es fundamental en el país. “De ninguna manera se garantiza que con un alto número de PhD, estamos consiguiendo mejorar procesos y resultados de calidad”.