Las fotos de unos edificios que todavía ‘se gestan’

Este ejemplo de Lab Visualización muestra  el conjunto en su verdadera magnitud. Foto: cortesía Lab Visualización.

Este ejemplo de Lab Visualización muestra el conjunto en su verdadera magnitud. Foto: cortesía Lab Visualización.

Este ejemplo de Lab Visualización muestra el conjunto en su verdadera magnitud. Foto: cortesía Lab Visualización.

Ya son clásicas esas gigantografías hiperrealistas que ocupan un gran espacio en sitios estratégicos de las avenidas y calles de las metrópolis.

Todas reflejan bellas imágenes que muestran en su verdadera magnitud edificios o conjuntos habitacionales. Y su función, claro, es encandilar la vista de quienes las miran.

Lo curioso, explica David Santos, arquitecto y principal de Lab Visualización, es que esos inmuebles todavía no han sido construidos; es decir, en un símil, son fotografías de “un rozagante bebé que aún está en gestación en el útero materno”.

Las ventajas de contar con imágenes de este tipo, explica Juan Carlos Chiriboga, arquitecto socio de Visualiza 3D, es que se pueden tomar decisiones importantes en cuanto al diseño y los detalles de acabados, antes de empezar con la construcción del proyecto.

Estos trabajos, sostiene Santos, son productos de la tecnología de punta. Y se sostienen en dos puntales: la renderización y la fotografía virtual.

El render no es sino una imagen digital que se crea a partir de un modelo en 3D realizado en algún programa computarizado específico. El objetivo es dar al objeto creado un aspecto realista desde cualquier perspectiva o ángulo.

Luego, este diseño en 3D se somete a diversos procesos para volverlo aún más realista. Para eso, explica Santos, se utilizan técnicas de texturizado de materiales, iluminación, distribución y fotográficas, las que crean varios efectos ópticos que simulan aspectos del mundo real. El resultado es una imagen fotorrealista; esa que, colocada en un lugar escogido con técnicas de marketing, atrae la mirada de los transeúntes como si fuera un OVNI.

No hay nada de alquimia ni de magia en este trabajo.
Para realizar estas imágenes utilizamos softwares de modelado 3D, explica Chiriboga.

Para el modelado inicial del proyecto se requieren los planos en AutoCad realizados por el arquitecto o el diseñador.

Comenzamos con el modelo 3D base y aplicamos texturas de materiales constructivos creadas en Photoshop. A estas se les da reflexión y profundidad, para que simulen el comportamiento real de estos materiales en un entorno virtual. Después se utilizan cámaras virtuales. Para esto hay que tener gran conocimiento de fotografía, ya que dentro del software se simula una fotografía que, en este caso, es virtual, Por último, la imagen es retocada con Photoshop, el software de edición de imágenes”.

Lo que buscamos, puntualiza Santos, es que quien vea la fotografía piense “yo quisiera estar ahí; yo quiero ese lugar”.
Como sucede en este mundo tecnológico, hasta la fotografía digital hiperrealista de proyectos está quedando obsoleta.

Chiriboga afirma que ahora las empresas no solo requieren imágenes estáticas (renders), sino que requieren animaciones virtuales y maneras más interactivas de mostrar las bondades de sus proyectos.

“Actualmente, estamos desarrollando paseos virtuales. Durante estas giras, el cliente puede interactuar con una vista de 360 grados del espacio -tanto interior como exterior- a través de una tableta o un teléfono celular”, concluye Chiriboga.

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