Con una mezcla de nostalgia, alegría y mucho trabajo vivió la Navidad la Reina de San Francisco de Quito, María Esther Hernández.
Para ella, las fiestas de Navidad y Año Nuevo siempre han sido muy especiales. Recuerda que desde pequeña esperaba esta época del año para ver a toda su familia reunida.
Considera que es el momento perfecto para vivir en gratitud y reflexión. Con una sonrisa envuelta en recuerdos dice que para ella no hay una Navidad que sea mejor que otra, que cada año ha sido muy especial e inolvidable. “Lo mejor para mí en este 2022 es poder pasar con mi familia y crear recuerdos con ellos, eso es una bendición, aún más al poder ayudar, soy muy feliz, porque este año la Navidad me ha permitido aprender mucho más”, dice.
María Esther es muy familiar. Sus mejores momentos son junto a sus papás y a su hermano. “Nos encanta hacer juegos en esta época para compartir en casa, decoramos galletas, nos disfrazamos y la gozamos. Este tiempo es mágico para nosotros”.
Ahora, también comparte con los niños de la Fundación Reina de Quito. Para ellos prepararon algunas actividades. “Este diciembre es hermosamente diferente para mí”, dice María Esther.
Hasta ahora va celebrando con los niños del Centro Terapéutico, sus terapistas y todo el equipo de la fundación. Vivieron un momento de música, juegos y muchos abrazos.
También compartió agasajos navideños en Pisulí y Calderón, en el norte de la capital.
En el sur vivió un agradable momento con la gente del Mercado Mayorista.
Está muy emocionada esperando el 2023 para entrar con más fuerza a su proyecto SanaMente. El mismo que se enfocará en brindar apoyo emocional a mujeres víctimas de violencia de género.
La planificación y estrategia del proyecto incluye: terapias psicológicas y multidisciplinarias; además, talleres teóricos y prácticos para lograr oportunidades laborales.
“Quito se merece vivir con salud y bienestar y con mi proyecto lo quiero lograr”, añade. La actual Reina de Quito invita a vivir estas fechas con unión y gratitud.
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