Los organismos internacionales de salud están preocupados por el alto consumo de bebidas alcohólicas tras la presentación del último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por ello, se creó una estrategia mundial para reducir el efecto nocivo de este producto.
Puede disminuirse –según la OMS- mediante medidas normativas eficaces y la infraestructura necesaria para aplicarlas correctamente. El ente señala que no es una cuestión que se circunscriba a la salud pública.
En realidad, es un asunto de desarrollo, pues la magnitud del riesgo es mucho mayor en los países en desarrollo que en los países de ingresos altos, donde las personas cada vez están más protegidas por leyes e intervenciones integrales, complementadas por mecanismos para hacerlas cumplir.
De acuerdo con los informes de salud, el alcohol causa entre 2,5 y 3 millones de muertes al año en el mundo. ¿Cómo disminuir no solo las enfermedades sino el consumo?
Las opciones son:
1. Liderazgo, concienciación y compromiso de las autoridades
2. Respuesta efectiva de los servicios de salud para abordar los daños en las personas con trastornos debidos al uso nocivo del alcohol
3. La acción comunitaria para formular soluciones locales, políticas municipales
4. Exigencia de medidas contra la conducción bajo efectos del alcohol con el aumento de puntos en el permiso de conducir
5. Limitar la disponibilidad del alcohol en los países. Introducir un sistema de autorización de la comercialización
6. Regular el ‘marketing’ alrededor del consumo de bebidas alcohólicas
7. Controlar los precios en función de la inflación y de los ingresos