Los refugios promueven la adopción de perros mayores

Los perros ancianos permanecen sus últimos años dentro de los refugios.

Los canes, al igual que las personas, necesitan mayores cuidados cuando llegan a la tercera edad. Los gastos que implica mantenerlos se han convertido en una excusa para abandonarlos durante esta emergencia sanitaria por el covid-19. En esta época su llegada ha sido habitual a los refugios, pero su adopción no es tan frecuente.
Por eso, se han emprendido campañas para que las personas se animen a brindarles una buena calidad de vida en sus últimos años. Durante esta emergencia, Acción Animal Ecuador ha rescatado a dos perros de la tercera edad. Uno de estos fue encontrado hace 15 días en un barrio del norte de Quito. Mara Ramírez, rescatista de esta fundación, cuenta que el animal no podía mantenerse en pie, no tenía dientes, su piel lucía desgastada y tenía una gastroenteritis severa.
Según la versión que los vecinos dieron a los rescatistas, el perro llegó al barrio en un vehículo desconocido. Cuando se detuvo, las personas que estaban en el interior bajaron al animal, lo dejaron en la calle y se retiraron. La rescatista dice que esto es algo que suele pasar con los perros de la tercera edad y, una vez recuperados, lo más común es que permanezcan hasta el final de su vida en los refugios.
Ramírez explica que, aunque adoptarlos implica más dedicación, no es un trabajo imposible y existen alternativas para que su mantenimiento no sea tan costoso como las personas imaginan. Lo que sí deben tener en mente es que son animales que necesitan visitas regulares al veterinario.
Roberto Rueda, propietario y veterinario de la clínica Perros y Gatos, considera importante que las personas se informen de manera adecuada antes de adoptar para evitar después abandonar nuevamente a los animales.
Lo primero que se debe hacer, aconseja, es llevarlos a un control médico.
En el caso de los canes de la tercera edad se sugiere evaluar sus pulmones para medir su capacidad respiratoria. También se debe escuchar su corazón para determinar si tienen algún soplo cardíaco, descartar la presencia de problemas hormonales y revisar sus articulaciones.
Rueda dice que en el caso de los perros pequeños son comunes los problemas cardíacos, mientras que en los grandes es frecuente la osteoartritis. La pérdida de los dientes es otro síntoma de que han llegado a la tercera edad.
Las vitaminas también pueden ayudar en estos casos. Para el veterinario lo más importante es invertir en un alimento de buena calidad, que tenga las proteínas y nutrientes necesarios. Los perros de la tercera edad deben continuar con el ejercicio físico.
También es importante, dice Ramírez, que los interesados en adoptar vivan en pisos bajos para evitar que las mascotas se esfuercen demasiado al subir las escaleras.
Los perros grandes pueden vivir entre 8 y 10 años, mientras que los medianos, como los akita, alcanzan los 15. Los pequeños, como los caniche, pueden vivir hasta 20 años.