Cómo reducir la huella ecológica en la mesa

El lado verde de Rancho Danielita. En esta finca, en el km 44 de la vía Guayaquil-Salinas, preparan dulces con productos orgánicos. Fotos: Joffre Flores/EL COMERCIO

Ir al supermercado, pararse frente a la percha y llenar el coche con las compras del mes impacta al clima y al uso de tierras del planeta. Todo lo que termina en la mesa causa, de alguna forma, una huella negativa al ambiente, que cada vez es mayor.
Estas consecuencias empezaron en la década del 60, cuando nace la sociedad del 'despilfarro', de la cultura de 'usar y desechar', como lo advirtió las Naciones Unidas al identificar a las "modalidades insostenibles de consumo y producción" como riesgo para el ambiente. Solo hasta los 80 comienza la conciencia de este daño, que hoy se mide con la huella ecológica.
Este es un indicador ambiental que evalúa el impacto que produce el consumidor frente a la disponibilidad de recursos naturales.
Esa huella se expresa en hectáreas globales (hag). Así, en Ecuador, cada habitante generaba una huella de 1,62 hag en el año 2009, como calculó el Ministerio del Ambiente. Y si bien el país no superaba su biocapacidad está muy cerca del límite.
Para tener la conciencia verde y tranquila, Karen Pita prefiere comprar alimentos orgánicos. Una opción en Guayaquil es la feria Bonaterra, organizada por la fundación In Terris, la Federación de Centros Agrícolas y Organizaciones Campesinas del Litoral (Fecaol) y el colegio Balandra Cruz del Sur. Aquí, campesinos y microempresarios ofrecen vegetales, frutas y cereales nutritivos, libres de agroquímicos.
Andrea Abril también prefiere los orgánicos y además opta por compras al granel. Eso ayuda a reducir el gasto innecesario de envolturas plásticas, bandejas de poliestireno, latas, TetraPack… Según Ambiente, por cada USD 11 de gasto en comestibles, USD 1 representa el valor de los empaques.
Comprar al granel permite controlar el tamaño de las porciones, es más económico e implica menos procesos de industrialización.
Los alimentos y bebidas procesadas emiten el 18% de los gases de efecto invernadero en el mundo.
Otro detalle está en que no todo lo que se produce va a la mesa. Andrés Seminario, ambientalista y presidente de Actúa Verde, explica que el 33% de los alimentos termina como comida para animales. Otro 33% se desecha.
Para reducir la huella en el hogar, Seminario aconseja hacer una lista antes de ir al mercado. Y comprar con mesura. En América Latina, en promedio, se desperdicia el 14% de los alimentos comprados.
En el 2013, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), reveló que cada año se desperdician 1 300 millones de toneladas de alimentos. Seminario añade que a diario el mundo produce 2 700 calorías por persona, más de lo aconsejable para una vida sana. Y sin embargo, aún hay gente que se muere del hambre.
Disminuir la compra de productos en envases plásticos y de aluminio también representa un alivio para el planeta. Una lata de aluminio que va a parar al basurero, puede tardar entre 10 y 100 años en desintegrarse. Esto sumado a que su elaboración demanda gran cantidad de electricidad.
El plástico es otro enemigo. Cada minuto el mundo consume más de un millón de bolsas de plástico. Solo en Ecuador, según el Ministerio del Ambiente, se utilizan 257 millones de fundas plásticas por año, que tardan hasta 1 000 años en descomponerse. Por eso, una alternativa para ir de compras es llevar bolsas de tela o mallas.
Aunque no parezca, el cuidado del ambiente está ligado a una alimentación sana. Por ejemplo, hay una gran diferencia entre una hamburguesa y un plato con habas, choclo y queso. Y no solo en sabores. La hamburguesa genera una huella de carbono 3,75 veces mayor que el platillo típico.
Por estas ventajas para el planeta, Rancho Danielita apostó por ingredientes frescos y orgánicos. Con ellos, en esta finca de la vía a la Costa elaboran mermeladas, conservas vegetales, galletas y dulces 100% naturales. Bonaterra es la vitrina de sus productos y un aporte para reducir la huella ecológica.
La huella en otras áreas
- Las principales emisiones de CO 2 también se deben al uso de vehículos motorizados que necesitan combustibles fósiles para funcionar. Estos emiten gases de efecto invernadero que producen un incremento de la temperatura de la Tierra.
- La calefacción y los aparatos eléctricos consumen energía y producen emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que si se reduce el consumo disminuirá la nuestra huella ecológica. Otro consejo es usar focos ahorradores.
- La industria papelera es el tercer emisor más grande de gases de efecto invernadero. Por ello, es importante que tanto en casa como en las oficias se ahorre en papel. Otra alternativa es usar este material pero que haya pasado por un proceso de reciclado.
La frase
"A diario el mundo produce 2 700 calorías por persona, más de lo necesario. Y aún hay gente que muere de hambre". Andrés Seminario