El abogado Daniel Montesdeoca aseguró que se entablarán demandas hacia las personas que están injuriando a la familia de Jefferson y Viterbo. Foto: Cortesía.
La foto de tigre, un perro producto de un cruce entre un bóxer y rottweiler, cuyo cuerpo yacía colgado de una pata al portamaletas de un automóvil en movimiento, dio un giro drástico en la vida de los dueños del can. Esa imagen fue publicada en la red social Facebook.
La foto, que fue captada por un conductor en la vía Tosagua-Calceta el 19 de abril del 2015, se viralizó con tanta rapidez que los dueños de Tigre están sorprendidos sobre cómo la gente los ha juzgado y los ha maltratado cibernéticamente.
Jefferson C, el dueño del vehículo en el que circunstancialmente iba atado de una pata el cuerpo de Tigre accedió a conversar con este Diario. Preocupado aseguró que sus padres, hermanos, hermana, esposa e hija soportan la suerte de una mala campaña con frases grotescas en redes sociales.
“Aquí solo juzgan, nunca esperaron por lo menos a escuchar nuestra versión. Tigre era miembro de nuestra familia, mi esposa le regaló a mi padre Viterbo C; la mascota llegó a casa cuando tenía dos meses”, indicó el Jefferson C.
Jefferson fue entrevistado en Portoviejo hoy, 23 de abril del 2015. Mientras conversaba, los mensajes con insultos no dejaban de llegar a través de su celular. Don Viterbo, sentado junto a Jefferson, recordó que el 19 de abril, su compadre Johnny C. llegó con la noticia.
“Compa el tigre está muerto, su cuerpo está a un lado de la vía”. Había llegado de hacer compras en el automóvil de su hijo y rápidamente fue en busca de tigre. Estaba a menos de un kilómetro de la casa. “Como llevaba alimentos en el portamaletas procedí atar con un cabo el cuerpo del perro en un accesorio que sobresale del portamaletas”.
De regreso a casa, el auto cayó en un bache, justo en una curva. Ahí Viterbo -aseguró- se dio cuenta de que el cuerpo del can colgaba de una pata y se arrastraba. “Me dolió mucho, luego lo sujeté y lo amarré fuerte; lo llevé a casa y con la ayuda de un vecino cavamos un hoyo y enterramos a tigre. Le puse una cruz en señal de respeto, mucha gente solo los cubre de tierra”.
Jefferson lamentó la muerte de su perro tigre y aseguró que era un miembro más de la familia. Foto: Cortesía.
Jefferson dijo que el día que se supo de la muerte de su mascota estaba trabajando; él es conductor de camiones. “Llamé a mi padre y le pregunté qué había sucedido con tigre y me informó que al parecer había muerto envenenado, yo lo enterré”, le contestó Viterbo.
Mientras relataban su versión, Jefferson y Viterbo miraban las fotos de su perro. “Nunca nos imaginamos que nuestro Tigre se muriera, estaba tan sano, lo llevábamos a la veterinaria La Pradera en el centro de Tosagua cuando se sentía mal, ahí lo curaban, estamos siempre al pendiente de su salud, su muerte nos causó mucha tristeza”.
Jefferson y Viterbo no culpan a la persona que tomó la foto del perro cuando estaba colgado de una pata al portamaletas. “Quizá la subió al Facebook sin imaginarse lo que desencadenaría: una oleada de insultos, improperios y hasta amenazas de muerte”.
Jefferson acudió al abogado portovejense Daniel Montesdeoca, quien aseguró que se entablarán demandas hacia las personas que están injuriando a la familia de Jefferson y Viterbo.
“Aquí simplemente valiéndose de las redes sociales se insulta por insultar. Tigre no era un simple perro, era parte de la familia. La próxima semana acudiremos al llamado de las autoridades judiciales en torno a una demanda interpuesta por una persona que dice representar a la Fundación Narices Frías”.
Montesdeoca señaló que ahí presentarán los argumentos con pruebas y testigos que saben que Jefferson y su familia amaban a tigre, lo cuidaban y lo atendían siempre. Acotó que sus clientes están dispuestos a realizar la exhumación del cuerpo del can y así confirmar que el can murió envenenado.