Se recupera el tercer paciente con transplante hepático con donante vivo

Ayer (4 de noviembre) recibió el alta el tercer paciente al que se le practicó un transplante de hígado con donante vivo. El pequeño Mateo, de dos años de edad, se sometió a esta cirugía en el Hospital Metropolitano de Quito hace dos meses obteniendo resultados satisfactorios, según lo expresaron los médicos a cargo del procedimiento.

Esta es la tercera ocasión que se realiza este tipo de operación en el país desde que se empezaron a realizar los transplantes de hígado en el 2009. La cirugía que está avaluada en USD 170 000, contó con la cobertura del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

El doctor Frans Serpa, Jefe de la Unidad de Transplantes del Hospital Metropolitano, afirma que este es probablemente el procedimiento más complejo que se ha dado en el Ecuador. Al ser un transplante hepático con donante vivo se debe cortar una parte del órgano a una persona “totalmente sana” de tal forma que su hígado continúe funcionando adecuadamente.

Mateo fue diagnosticado con atresia de vías biliares a los cinco meses de nacido. Esta enfermedad consiste en la falta de conductos biliares en el organismo, lo que impide la salida de bilis desde el hígado hacia el intestino y provoca un daño permanente en el órgano.

El tratamiento en estos casos debe ser inmediato ya que el índice de mortalidad en los pacientes es casi del cien por ciento si no se actúa rápidamente.

En este caso, tras analizar la compatibilidad con ambos padres, se determinó que el donante sería su padre, quien ya se encuentra recuperado y pendiente de los cuidados de su hijo.

Por otro lado, aunque Serpa asegura que el niño tendrá una vida normal y saludable, “tiene por delante una serie de cuidados” ya que debe tener precauciones en su recuperación y en contraer infecciones.

Víctor Hugo Villacrés, Presidente del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), afirmó que este procedimiento se pudo llevar a cabo gracias a los aportes de los tres millones de afiliados quienes ayudaron en este caso a financiar la operación de Mateo.

También explicó que para contar con un prestador de salud externo, el IESS primero acude a la red pública de salud, cuando se comprueba que no se puede realizar el procedimiento, se dirigen a los prestadores privados como el Hospital Metropolitano que son complementarios a la institución y con quienes actualmente han recobrado la relación.

“Dar una oportunidad de vida a personas que estaban condenadas a morir”, es lo más gratificante de estos procedimientos, según Serpa. Además, expresó que ya se realizó una cuarta cirugía en días pasados, pero el paciente todavía se encuentra hospitalizado.

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