Es recomendable tener a los animales de compañía dentro de casa para que su salud no se vea afectada por la caída de ceniza. Foto: Pixabay
Las explosiones registradas este viernes 14 de agosto del 2015 en el volcán Cotopaxi han dado lugar a la caída de ceniza en el Distrito Metropolitano de Quito. No solo la vida de seres humanos está en riesgo sino también de los animales, en estos casos.
Por eso hay que tomar en cuenta en los planes de emergencia a los animales. Eso recomienda Jaime Grijalva, veterinario graduado en la Universidad San Francisco de Quito, que estudió una maestría sobre Epidemiología y refugios en la Universidad de Florida, en Estados Unidos.
En situaciones de desastre, el dueño debe asegurarse de mantener dentro de su casa a los animales. Si el plato en el que colocan la comida o el agua del perro o gato o la vaca se llenó de ceniza, bote todo y lave el recipiente. Se tiene que mantener el alimento en un lugar que no sea afectado.
Si su animal hubiera sido afectado, hay que remover con cepillos la ceniza del pelaje. También se tiene que usar suero fisiológico, como con los humanos, para lavarles los ojos. Así se evita cualquier afectación. Sus vías respiratorias en caso de caída de ceniza deben estar humedecidas, por lo que hay que hidratarles mucho.
Las autoridades locales deben incluir a los animales en los planes de respuesta a los desastres. Según Grijalva esto va más allá de un tema de decir pobres animalitos. En el 2005, cuando se desarrolló el huracán Katrina, en EE.UU., mucha gente regresó a su vivienda para rescatar a sus animales y moría en el intento.
Desde entonces, detalla Grijalva, se obliga a todos los distritos y condados y autoridades locales de los Estados Unidos a incluir a las mascotas y todo tipo de animales en sus planes de emergencia. Son seres vivos, algunos sirven de sustento a las familias en las áreas rurales.
¿Qué pueden hacer los municipios? Definir un albergue que recibirá también a los animales. De lo contrario puede haber animales abandonados dentro y fuera de sus casas y gente tratando de recuperarlos, más tarde.
La necesidad de que los dueños identifiquen a sus mascotas es mayor, en casos de emergencia. En momentos de presión y de alarma es más común que se pierdan.
La realidad del Distrito, recuerda Grijalva, es que la mayoría de perros callejeros tienen dueño, son perros puertas afuera. Un estudio realizado por este veterinario indica que el 22% de perros con dueño salen a las calles. La recomendación es que quienes los mantienen de forma irresponsable los acojan en estos días.