En Quito, las entidades educativas se unieron al llamado de solidaridad. Foto: EL COMERCIO.
Guarderías, escuelas y colegios en Quito piden a padres y alumnos llevar donaciones para los afectados por el terremoto del pasado sábado 16 de abril de 2016.
La solidaridad de los quiteños se hizo evidente ante la tragedia que vivieron las provincias de la Costa ante el sismo y los planteles educativos no se quedaron de lado.
Es necesario que desde pequeños los niños aprendan a contribuir con las personas que están pasando por esta situación, dice Gladys Guerra, propietaria de la guardería Cajita Feliz, en el norte de Quito.
Desde el primer día de clases, tras el terremoto, los niños empezaron a comentar lo que habían visto y escuchado del sismo. Por eso, Guerra les explicó lo que sucedió y la importancia de que lleven víveres, agua y elementos de aseo para los afectados.
Al siguiente día la respuesta fue masiva; los padres llevaron todos los donativos solicitados. Pedro, de cuatro años, se entusiasmó con la idea de armar bolsas con los artículos para “ayudar a los señores del terremoto” y Paula, igual de cuatro años, cree que la lenteja les va a servir para hacer una sopa nutritiva.
Las donaciones recolectadas en la guardería se están destinando para los afectados en San Vicente, pero dice Guerra que si alguien necesita para otro lugar pueden contactarse con ella para contribuir con lo recolectado hasta el momento.
Los más grandes también contribuyen. En el colegio Victoria Bilingual Christian Academy empezaron con la recolección desde la semana pasada.
Agua, comida enlatada, pañales, toallas higiénicas y otros donativos son entregados a Maná del Cielo que pertenece al Ministerio de la Comunidad de Fe. Después todo se entrega en Manta a través de iglesias cristianas. El sábado pasado ya se despachó un primer camión.
Así lo explica Gloria Defaz, directora de este plantel educativo quien cuenta que la principal motivación de padres y alumnos es ayudar a los más necesitados. También realizan oraciones en el colegio.
En el colegio Liceo La Alborada hicieron el pedido a sus alumnos la semana pasada y ya entregaron las donaciones para que sean transportadas a las zonas afectadas. Continúan con la campaña. Lo mismo ocurrió con el Colegio Bequerel donde están recolectando agua y alimentos no perecibles.