‘Consequientia Mirabilis’ será la obra que cierre la segunda edición de Quito Tiene Teatro, un espacio de difusión para las artes escénicas desarrollado en el marco del Verano de las Artes Quito 2016.
El teatro Capitol es el escenario escogido para la presentación del grupo Ceibadanza, uno de los tres colectivos invitados que llegaron desde Manabí.
Con esta se completan 34 obras escénicas entre teatro, danza y títeres que se presentaron en 14 espacios escénicos de la capital, así como en la carpa escénica, instalada en el parque Itchimbía.
Quito Tiene Teatro es un proyecto impulsado por el Comité de Gestión, conformado por representantes de Anae, Asoescena y Red de Espacios Escénicos Independientes.
Ivan Morales, presidente de Anae, explicó que, aunque aún no se tienen cifras sobre el número de espectadores, la organización está satisfecha con la respuesta favorable del público que en la mayoría de funciones copó los aforos establecidos.
Aseguró que el proyecto está en una fase de posicionamiento dentro de la agenda cultural de la ciudad, con resultados que ya se ven en el deseo de la gente por asistir a las funciones programadas.
Para Morales, este nuevo espacio de difusión incentiva la creación y producción de nuevas obras, especialmente en los colectivos de jóvenes artistas interesados en exponer su trabajo. La idea, explica el gestor cultural, es institucionalizar el proyecto como un espacio de exhibición permanente.
El amor, la muerte, la historia, la fantasía, la amistad, el cuerpo o el deseo presentes en las obras de colectivos como Rana Sabia, Malayerba, Clowndestinos, Cochebomba, Quijotadas, entre otros son muestras de una oferta diversa en temas, técnicas y géneros durante las tres semanas de programación.
Pero esto es solo el inicio, dice Marcelo Luje de Asoescena, sobre un proceso en construcción que apunta a la formación de nuevos públicos, la consolidación de espacios y el consumo de artes escénicas como un hábito cultural.
“Es importante que el público se dé cuenta de que la gama de artes escénicas en Quito es bastante amplia y diversa”, dice el gestor cultural sobre la posibilidad de generar diversas experiencias visuales, sensoriales y emotivas en cada obra.
En sus primeros años, Luje asegura que Quito Tiene Teatro cumplió con el objetivo de acercar al público los procesos de formación, investigación, creación y producción que están detrás de cada obra y que requieren una justa remuneración como en cualquier otra profesión.
Por eso, en cada función se hace saber al público que las entradas de cada espectador no son gratuitas, sino que están subvencionadas por el Municipio, a través de los impuestos.
Con más de 15 años de trayectoria, Ceibanza llegó a Quito para poner en escena una obra de danza contemporánea bajo la dirección de Gabriela García Reyes, que habla sobre la existencia y las posibilidades del engaño.