1975 gira. El español Julio Iglesias dio un concierto ante miles de fans en la explanada del CCI.
Entre los varios cambios que vivió la ciudad, la cultura pop también fue protagonista. Conciertos masivos, en diversos géneros, nuevos escenarios al aire libre o contenidos televisivos educativos y también humorísticos iban reconfigurando las fronteras del territorio cultural del habitante de Quito.
La música fue uno de los primeros ámbitos en los que se notó el cambio. En 1975, por ejemplo, llegó por primera vez al país el cantante español Julio Iglesias, que se presentó en la explanada del CCI para celebrar las fiestas de Quito. La asistencia fue multitudinaria y el show fue presentado en televisión por Polo Barriga.
El rock también empezaba a ganar espacios; la creación, en 1972, de la Concha Acústica de la Villa Flora marcó un hito: fue el primer escenario destinado únicamente a la escena roquera ecuatoriana. La empresa guayaquileña Fediscos, tuvo su papel en esta escena y no solo en la historia del rock, sino en la música ecuatoriana en general. Fediscos grabó la música de Julio Jaramillo y de otros íconos del pasillo. Además se encargaba de la grabación y distribución de discos de acetato y de vinilo; algunos de sus álbumes son considerados de colección hoy en día.
1970 Don Evaristo. Ernesto Albán (izq.) impuso las estampas quiteñas junto a Sarzocita.
En esta década, la televisión se sumó a la radio y a la prensa como uno de los más importantes medios de comunicación y de entretenimiento. Los canales 8, 2 y 4, con base en Quito y Guayaquil, eran las televisoras más importantes de la década; aunque todavía eran pequeñas. El noticiero y la novela radial le cedían espacio rápidamente a las imágenes televisadas.
En junio de 1972, por ejemplo, las cámaras del noticiero ‘Cuestordoñez’ registraron el primer viaje del petróleo desde la Amazonía hasta el puerto de Balao en Esmeraldas y el desfile estudiantil que recibió al primer barril del ‘oro negro’ en Quito. Las imágenes se conservan intactas en el archivo de la Consulta Pública de la Cinemateca Nacional, donde también se puede acceder a otros registros audiovisuales donde se evidencia cómo el technicolor va dejando atrás a la imagen en blanco y negro en esos años.
1972 El teatro. Carlos Michelena (izquierda) debutó en la escena pública de Quito con el teatro.
Cuando ‘El Padrino’ se estrenaba en Estados Unidos, en el Ecuador también se desarrollaba una incipiente producción cinematográfica enfocada principalmente en el documental antropológico y escasas ficciones. En 1977 se constituyó la Asociación de Autores Cinematográficos del Ecuador con la idea de impulsar una Ley de Cine que se aprobaría recién en el 2006.
Del único largometraje ecuatoriano estrenado en 1970, la producción cerrará el 2015 con el estreno de nueve filmes nacionales. El cine siguió convocando multitudes como en décadas pasadas; producciones nacionales e internacionales juntaban a los vecinos de Quito en los tradicionales teatro-cines como el Bolívar, Variedades, Puerta del Sol, Atahualpa y Capitol.
La década de los 70 fue un período fecundo para el mercado del arte en Quito. La favorable coyuntura económica gracias al ‘boom’ petrolero permitió la apertura de galerías de arte. Espacios que promovieron a una nueva generación de artistas.
1974 fiestas de Quito. La celebración se consolida en los espacios públicos con bailes.
Dentro de este contexto, la galería Siglo XX regentada por Wilson Hallo jugó un rol fundamental. El escritor Marco Antonio Rodríguez subraya que este espacio fue esencial para posicionar a artistas como Enrique Tábara y Estuardo Maldonado y dar a conocer a jóvenes como Marcelo Aguirre y Luigi Stornaiolo. A Siglo XX, se sumaron galerías como Centro Cultural Artes, dirigido por Luce de Perón e Iván Cruz, La Galería, de Betty Wappenstein y la galería Charpentier, conducida por Pablo Charpentier. Este último considerado uno de los espacios de la bohemia quiteña de la época.
Hasta la galería Charpentier llegaban figuras de las artes visuales como Eduardo Kingman, Milo Yépez o Gilberto Almeida. Junto a ellos estaban decenas de narradores y poetas de diversas tendencias políticas. Para Betty Wappenstein, de La Galería, el auge económico que empezó en la década de los 70 fue visible solo años más tarde cuando las entidades bancarias comenzaron a armar sus colecciones de arte.
1977 Estadio Atahualpa. Los enfrentamientos entre Liga (Q) y El Nacional eran frecuentes, en una etapa semiprofesional.
En esos años, el arte se tomó el espacio público a través de los artistas populares, quienes desde entonces exhiben sus obras en los bordes del parque El Ejido. El arte popular -dice Rodríguez- encontró su espacio, como en todas las grandes ciudades del mundo.