El pueblo Salasaka celebró a sus nuevos Capitanes en Pelileo

La tradicional celebración ancestral se realizó en la plaza Salzaka Uku-Chilkapamba. Allí acudieron los capitanes

La tradicional celebración ancestral se realizó en la plaza Salzaka Uku-Chilkapamba. Allí acudieron los capitanes

La tradicional celebración ancestral se realizó en la plaza Salzaka Uku-Chilkapamba. Allí acudieron los capitanes. Foto: Fabián Maisanche/El Comercio

La comunidad de Salasaka eligió a los nuevos Capitanes del pueblo, asentado en el cantón Pelileo, en Tungurahua. Las autoridades elegidas por los taytas y mamas del pueblo serán las encargadas de vigilar durante un año el bienestar socio político de las comunidades.

Esta tradición autóctona también recuerda dos hechos históricos: la conquista de los españoles y la participación de los salasaka en la Revolución Liberal con Eloy Alfaro.

Juan Caizabanda, Julián Mazaquiza y Luis Guangasi fueron posesionados en una ceremonia ancestral el fin de semana. Este evento se desarrolló en la tradicional plaza Salzaka Uku-Chilkapamba y las calles de las comunidades.

“Fueron días históricos de purificación y espiritualidad del Kapak Raymi. Los astros y la naturaleza nos brindaron la energía para agradecer a la Pachamama y Pachakamak por la vida, por la familia, los hijos, por nuestros taytas y mamakunas”, aseguró Raymi Chiliquinga, investigador de la cultura Salasaka.

Entre las actividades realizadas estuvieron la Ceremonia Ritual del Kapak Raymi y la entrega de la vara y muchikuy. Para eso, los familiares, amigos y vecinos acudieron al anuncio de los nuevos Capitanes, que vistieron los uniformes blancos, gorras de color negro y una pañoleta roja. Las autoridades y también priostes montaban caballos adornados con telas, flores y banderas.

El loero, que se encarga de recitar coplas, anunció la llegada de los personajes a la plaza; fueron vestidos con un traje blanco, alas y una aureola sobre la cabeza. Los loeros se acercaron al público y abrieron paso a los jinetes.

Mientras los músicos -con los bombos, redoblantes y las flautas- entonaron sanjuanitos y marchas militares. El ruido de los pitos fue la señal para que la tropa avanzara a paso lento por los caminos de tierra y piedra. Bailaban sin parar.

“La primera parte de la fiesta muestra el avance de los Capitanes y sus diferentes personajes disfrazados. También se dan a conocer los priostes de la fiesta e invitan a las otras actividades”, indicó Chiliquinga.

La misa campal y la entrega de certificados de reconocimiento de los Capitanes se realizaron en Chilkapamba. Un grupo de jóvenes conocidos como pajes fueron los encargados de llevar la imagen de Tayta Bintiu o Padre Buenaventura. Las mujeres lanzaron flores y pétalos de rosas al paso del patrono de la parroquia.

“Los Capitanes dedican este día para su familia y hacen un llamado a los asistentes para que disfruten de las diferentes actividades sin alcohol, peleas y rivalidades”, aseguró el capitán Mazaquiza.

Al final del evento litúrgico se entregaron los certificados de reconocimiento a los nuevos capitanes. Esta formalidad contó con la presencia de las familias y autoridades de la comunidad.

La fiesta en agradecimiento a San Buenaventura también se realizó en la casa de los priostes. En las viviendas de un piso y grandes patios, los invitados y familiares dieron vueltas alrededor de la casa al son del bombo y de la flauta.

Todos bailaron y tomaron chicha de maíz y aguardiente. Agradecieron a San Buenaventura por los favores recibidos con poemas y loas. Mientras los capitanes celebraron y compartieron con los invitados en la mitad del círculo. En horas de la noche se presentaron artistas.

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