Por mucho que las cosas vayan de mal en peor y la paciencia ya se agotó con la pareja, muchas personas son capaces de mantenerse aferradas a su relación por una serie de motivos que van más allá del amor y la sanidad sentimental: no quieren herir los sentimientos de la pareja, tienen la esperanza de que las cosas mejorarán; no quieren terminar como el/la malo/a de la película, perder amigos en común, o sentir que se fracasó en un proyecto amoroso en el que se invirtió años, dinero, y mucha, pero mucha energía. Qué decir si hay hijos de por medio; el miedo a darle fin al agonizante idilio se hace aún más complicado.
Pero llega un minuto en que no se puede seguir tapando el sol con un dedo y para estos casos, la psicóloga Petra Boynton, dedicó varios consejos para tomar en cuenta, cuando ya se decidió que una relación no da para más.
Conocida como “la primera consejera sentimental británica que se basa en evidencia científica” –título que le otorgó The Guardian en 2003-, esta experta en sexualidad se ha dedicado en los últimos años a entregar orientación amorosa y sexual en diversos medios escritos y televisivos de su país. Y es así como, en The Telegraph, donde se desempeña como una exitosa consejera sentimental, entregó esta valiosa información para los que quieren terminar con la pareja.
Antes de que tenga esa importante conversación para dar fin al asunto, Boynton recomienda tomar varias cosas en cuenta, como por ejemplo, que es muy probable que tanto su pareja como su familia o amigos tomarán una postura acerca de su decisión, que puede variar entre el apoyo a usted, el enojo o la pena por la medida tomada.
“Establecer un sistema de soporte de amigos o familia puede ayudar a hacer frente a cualquier posible reacción (del resto)”, asegura la psicóloga.
Si bien mucha gente piensa que la persona que ha dado fin a una relación, no siente pena y hasta estará feliz de haberse “salido con la suya”, lo cierto es que sí habrá tristeza, sobre todo si la relación fue larga. Por esto, no hay que sorprenderse si tras el término, aparece la angustia, se echa de menos y se cuestiona la posibilidad de haber cometido un error.
Mucho cuidado en esta etapa, ya que es importante aceptar que el o la ex tiene todo el derecho de conocer a alguien nuevo, y esto puede suceder incluso, de forma rápida. “Es su problema; tal como las relaciones que puedas usted tener, son su problema”, afirma Boynton.
La única excepción que puede permitir al menos una opinión de su parte es si hay hijos, por lo que sí es de su incumbencia tratar temas como cuándo será presentada la nueva pareja a los niños. Ojo con los celos que podría sentir.
También se aconseja evaluar de antemano los temas financieros, de pensiones u objetos a dividir en una futura separación.
Qué hacer y qué no: el momento de la verdad
Buscar un lugar privado para conversar. El término siempre será mejor en persona, cara a cara, y en un ambiente tranquilo. Solo se permite hacerlo por teléfono o incluso por mail, si ya ha tratado de conversar el tema y su pareja se ha hecho el o la desentendido.
Escriba sus ideas, convérselas con sus amigos más cercanos, para tratar de elaborar un discurso conciso, claro y real.
A toda costa, evite cosas que por consideración, no debe hacer para dar fin a la relación.
Entre ellas están:
- Pedirle a un tercero que termine por usted.
- Sacar a una persona de su vida sin ofrecer una explicación.
- Usar la amenaza de terminar como una forma de controlar a la pareja.
- Ser infiel, con la esperanza de que le descubran y le pateen.
- Mostrarse desinteresado/a o ser pesado/a esperando que el otro se aburra y se aleje.
- Decirle a todo el mundo, antes que a su pareja, que la relación se terminó. Eso incluye posteos en las redes sociales.
- Frases trilladas como “no eres tú, soy yo”, porque no ayudarán a explicar los verdaderos motivos del quiebre y confundirán a la otra persona.
“Prepárate a que tu discurso sea interpretado como una insinuación de que esperas que el otro cambie”, explica la psicóloga, agregando que aferrarse a frases como ‘esto no está funcionando’ o ‘no quiero seguir más con esta relación’, es una forma de volver a reafirmar el deseo inicial si las cosas se van por las ramas.
“Enfocarse en cómo te sientes, en vez de los defectos del otro es una forma más asertiva de llevar la conversación”, asegura. Sin embargo, es posible que de su parte sí recibas críticas o varias promesas de cómo las cosas van a cambiar.
De igual forma, tenga cuidado si su ex se muestra aliviado/a y hasta feliz de que terminara con él/ella, ya que podría crearle sentimientos encontrados.
¿Y después? El trabajo en solitario
“Una vez que termines una relación puedes ver que ayuda el pasar tiempo con amigos y familia, mantenerse ocupado/a o permitirse hobbies y cosas que te hagan feliz”, comenta Boynton, demostrando que existe un lado bastante positivo al superar un quiebre.
A estas alturas, es normal preguntarse cómo estará enfrentando las cosas el o la ex, y hasta echarlo/a de menos. Por esto, pueden venir una serie de sentimientos, que van desde la ansiedad, la pena e incluso la alegría. Pero el tiempo -y en algunos casos, una nueva pareja– normalizan y aclaran la situación, asegura la psicóloga.
Puede eliminar cualquier tipo de contacto (eso incluye Facebook u otras vías de comunicación) para evitar la tentación de ver a la ex pareja y provocar la nostalgia. Pero si quiere quedar como amigos, avísele que durante un tiempo andará algo desaparecido/a , así se dará el tiempo que necesite para digerir el asunto.
Intente con todas sus fuerzas de no caer en encuentros amorosos y fugaces con el/la ex, si sabe que el o ella tiene la ilusión de retomar la relación.
Nota aparte: En esta etapa, algunas personas pueden darse cuenta de que en realidad cometieron un error y arrepentirse. En ciertos casos, regresan con la ex pareja. En otros, es demasiado tarde.
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