105 estudiantes aprenden sobre la cultura Chachi en la escuela Escuela Abdón Calderón, en Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla/EL COMERCIO
El patio de la Escuela Abdón Calderón, donde funciona la Unidad Educativa Bilingüe José Espíritu Santo, se ha convertido en el escenario para que afros e indígenas convivan y aprendan más de la cultura de la nacionalidad Chachi.
105 niños afros y chachis asimilan la historia, costumbres y tradiciones del pueblo indígena de Esmeraldas, uno de los objetivo de la única institución bilingüe que funciona en la ciudad.
Pedro Cetre es un estudiante afroesmeraldeño de séptimo de Básica de esta unidad educativa. Él no solo baila marimba, sino que aprendió la danza de los indígenas en los talleres que se realizan durante la semana en la institución.
En la malla curricular se incluyen hasta 10 horas semanales de lengua materna de la nacionalidad (chapalá) y se realizan ejercicios prácticos entre los estudiantes.
Cetre ya escribe en chapalá. Conoce todo el abecedario en ese dialecto y formula oraciones completas para entablar un diálogo con Luis Tapuyo, quien pese a ser chachi, habla poco su lengua.
“Esto se debe a que muchos son hijos de padres que migraron desde sus pueblos, en el norte de la provincia, y hablan español y no su idioma nativo”, explica Luis Añapa, exdirector de Educación Intercultural Bilingüe en Esmeraldas.
Los niños que se educan en esta escuela pertenecen a barrios como 15 de Marzo, La Florida, 24 de Mayo y La Cananga, cerca de la Refinería de Esmeraldas, en el sur de la ciudad. En estos sectores viven chachis que migraron del norte (Eloy Alfaro) y sur de la provincia (Muisne).
En clases, los niños aprenden los saberes ancestrales de esta cultura. Usan, por ejemplo, plantas medicinales como el llantén, hoja de menta y limoncillos para aliviar los gases y calmar el dolor.
También aprenden sobre el uso de la hoja de espíritu santo, una planta local. Su extracto se mezcla con limón y sal para calmar dolores estomacales.
Entre los temas que se imparten en las aulas están: justicia indígena, formas de vida, matrimonios, entre otros. Para el antropólogo Xavier Vera, los chachis han sido invisibilizados porque se ha dado una mayor difusión a la cultura afro dentro y fuera del país.
Entre los logros del proyecto educativo está haber reunido a estudiantes de distintos contextos para que aprender chapalá. En las aulas, niños afroesmeraldeños y montuvios comparten las lecciones de sus maestros. Este es el caso de Cristian Cedeño, que habita en el barrio 15 de Marzo.
Lograr el aprendizaje de la lengua es el reto de los cinco maestros chachis. Ellos imparten materias como matemática, sociales, biología y, además, enseñan sobre idioma y personajes mitológicos chachis.
Héctor Tapuyo , rector de la Unidad Educativa José Espíritu Santo, explica que desde hace 12 años trabajan en este programa educativo-formativo.
La profesora Lorgia Añapa explica que el aprendizaje de los afros es rápido en cuanto al idioma, porque realizan prácticas con la escritura y se habla durante los talleres de aprendizaje.
El año pasado, 30 estudiantes de décimo de básica aprendieron a leer y a escribir en chapalá. “Todo depende del interés que pongan los estudiantes”, comenta Añapa.
Durante este tiempo, el problema ha sido la falta de un edificio propio para continuar con la enseñanza. Maestros y estudiantes se desplazan en más de cinco edificios educativos en el sur de la ciudad, lo que afecta a su continuidad.