Durante casi toda la obra, estrenada mientras se celebra en la ONU la primera Conferencia mundial sobre los Océanos, Anderson lee el texto del acuerdo firmado en Fiyi en marzo pasado, en el cual las islas del Pacífico decidieron adoptar medidas para proteger los mares. Foto: Agencia AFP
Con caracoles como instrumentos, bailarines en zancos y espectaculares trajes con influencias de Papúa Nueva Guinea, Jamaica o Venezuela, una protesta artística llenó el jueves 8 de junio de 2017 de baile y color la explanada de la ONU en el Día Mundial de los Océanos.
La performance ‘Ocean Calling‘ (Llamado del océano), de la mexicana Laura Anderson Barbata, “ habla de la vida que está dentro del mar y las culturas que viven en relación cercana con el mar, pero que nos afectan a todos”, explicó la artista a la AFP tras el estreno de la obra encargada por TBA21-Academy, una asociación que promueve la colaboración entre artistas y científicos.
Durante casi toda la obra, estrenada mientras se celebra en la ONU la primera Conferencia mundial sobre los Océanos, Anderson lee el texto del acuerdo firmado en Fiyi en marzo pasado, en el cual las islas del Pacífico decidieron adoptar medidas para proteger los mares.
Mientras, un grupo de músicos descalzos arranca sonidos tradicionales de Fiyi a grandes caracolas, panderetas y carillones. Bailarines con y sin zancos vistiendo magníficos trajes artesanales de rafia, paja y telas azules y verdes se arrastran, retuercen y saltan.
El objetivo es “reconocer la belleza y la importancia del equilibrio que necesitamos proteger” con una obra que de cierta manera es “un tipo de acción y de protesta”, dijo Anderson. “Es muy fácil en estas ciudades y en estas reuniones vivir los datos y la experiencia de una manera muy intelectual y racional. Esto es para recordarnos que tenemos una relación sensorial, emocional, espiritual con el mundo que nos rodea”, explicó la artista, que reside en Nueva York y creó la obra tras una expedición a Papúa Nueva Guinea con TBA21-Academy.
Rachel, una empleada española de la ONU que no quiso dar su apellido, dijo que la obra le pareció “muy emotiva”. “Aquí estoy, con mi taza de café de papel en la mano, sintiéndome culpable. Esta es una bonita manera de concientizar a la gente”, opinó.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, llamó a los países del planeta a evitar “una catástrofe mundial” y proteger al menos 10% de los ecosistemas costeros y marinos para 2020, a reducir su contaminación y luchar contra la pesca ilegal y desmedida.