Mayra Velasteguí, psicóloga y catedrática de la Universidad Central. Foto: Evelyn Jácome.
Aprender a nadar, iniciar una carrera, perder peso o cambiar un mal hábito… El inicio de un año nuevo es la oportunidad ideal no solo para plantearse propósitos sino más que nada para cumplirlos.
Mayra Velasteguí, psicoterapeuta y docente de la Universidad Católica, y Adolfo Ruales, psicólogo familiar, dan consejos para evitar que los proyectos de este año no queden solo en buenos deseos.
1. Lo primero que se debe hacer es crear lo que en psicología se conoce como proyecto de vida. Debe separar en su agenda unos 20 minutos para analizar cuáles son los nuevos objetivos para este 2016. Debe buscar un lugar tranquilo, tomar una libreta o abrir un nuevo archivo en el celular.
2. En el proyecto se debe señalar qué tipo de propósitos son los que desea cumplir. Es decir, se debe clasificar los deseos dependiendo del área al que pertenezcan. Puede dividirlos en aspectos familiares, académicos, laborales, sociales y personales.
3. Se debe generar un listado de deseos u objetivos. Deben ser lo más específicos posibles. Por ejemplo: perder cinco kilos, estudiar una carrera universitaria, aprender un deporte. Los objetivos pueden ser pequeños y de corto plazo, o grandes y de largo plazo.
4. El siguiente paso es anotar qué actividades debo hacer para cumplir con ese propósito. Por ejemplo: si su deseo es perder peso, debe anotar qué es lo que va a hacer para lograrlo. Por ejemplo, buscar gimnasios cercanos a su casa o su lugar de trabajo, visitarlos, y elegir el más conveniente.
Buscar un plan adecuado de alimentación, adquirir una pesa, comprar alimentos sanos en el supermercado, etc. A algunas personas les funciona hacer un cuadro sinóptico, donde se detalle las actividades. Son las estrategias a usar para alcanzar la meta.
5. Un punto clave es trazarse un cronograma, es decir fijarse un lapso de tiempo para realizar cada actividad. Así la persona podrá despertar el deseo de hacerlo realidad y se dará cuenta de si está lejos o cerca de sus metas.
Hay que entender que sus objetivos deben ser reales. No se compare con nadie. Recuerde que no todas las personas pueden cumplir con un objetivo al mismo ritmo. Quienes tienen personalidad afectiva podrán desarrollar trabajar en problemas relacionados con el compartir en familia, el perdón, etc. Quienes tienen personalidad cognitiva, seguramente arrancarán con proyectos relacionados a estudios.
6. También se aconseja colocar el listado en un lugar visible como una agenda o cerca de la pantalla del computador. Puede escribir en una hoja el gran objetivo de este año y ponerlo junto a la cama para que sea lo primero que ve al despertar.
7. Es recomendable tener un listado de actividades diarias y semanales para que la persona se adapte a la condición de hacer las cosas y genere un hábito. Así podrá cumplir su meta.
8. Busque entre su familia o personas cercanas si alguien tiene un propósito similar y haga una alianza o un compromiso con ella. Así, podrán animarse mutuamente.
9. Cada mes, revise cuán lejos o cerca está de su meta. Por más difícil que parezca, no se rinda. No solo el inicio del año es una buena fecha para arrancar un proyecto. También puede ser un inicio del mes o de la semana.
10. Si tiene hijos o sobrinos pequeños, enséñeles la importancia de tener objetivos en la vida. Puede plantearles que la nueva meta de este año es aprender a tender la cama, por ejemplo.
Siga paso a paso cada una de las recomendaciones dadas y es probable que conforme la persona crezca, aprenda a no conformarse con tener propósitos nuevos, sino que se esforzará por hacerlos realidad.