Debate por ‘descolonización’ en Chimborazo se promueve

José Parco lidera varios proyectos para descolonizar la mentalidad en las comunidades indígenas en Riobamba. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.

José Parco lidera varios proyectos para descolonizar la mentalidad en las comunidades indígenas en Riobamba. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.

José Parco lidera varios proyectos para descolonizar la mentalidad en las comunidades indígenas en Riobamba. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.

Conversatorios, talleres y actividades para rescatar y visibilizar la sabiduría ancestral del pueblo Puruhá forman parte de la agenda de José Parco, un especialista en cosmovisión andina, decidido a ‘descolonizar’ la mentalidad de la gente en las comunidades indígenas de Riobamba.

Parco también lidera los proyectos de la Unidad de Interculturalidad del Municipio de esa ciudad. Según él, algunas tendencias que se impusieron durante la época de la colonia siguen vigentes y ponen en riesgo el conocimiento antiguo que se transmite por tradición oral de generación en generación.

“No se trata de negar el conocimiento occidental, sino de conocer más lo propio para evitar el eurocentrismo, es decir, pensar que el conocimiento occidental es el único válido”, afirma Parco.

Él es oriundo de la comunidad Puchiguallavín, de la parroquia Flores, y proviene de una familia de yachaks, por lo que aprendió sobre la cosmovisión desde su infancia.

En el año 2000 decidió estudiar un diplomado en Cosmovisión en Perú, para aprender más de su origen y de las ciencias que ya eran estudiadas por los nativos antes de la llegada de los españoles.

“En las universidades del Ecuador no hay ninguna especialización basada en el conocimiento propio, toda la educación que recibimos es importada, por eso perdemos conocimientos como el sistema numérico fractal, basado en la chakana, la planificación con base en el cosmos y otras ciencias antiguas”, dice Parco.

Para él, algunas de las prácticas coloniales que aún persisten se muestran durante las fiestas ancestrales que coinciden con fiestas religiosas.

“La adoración a santos y la aparición de una nueva creencia en el pecado mermó nuestras tradiciones, incluso fuimos acusados de idolatría”, cuenta el investigador.

Otra forma de colonialismo vigente se expresa en el lenguaje. Parco considera que por ejemplo, llamar María a todas las mujeres indígenas es habitual y denigrante.

“Cuando los sacerdotes católicos arribaron a nuestro continente bautizaron a todos los aborígenes con nombres cristianos para que fueran considerados seres humanos. Así debilitaron nuestra identidad”.

Una estrategia para eliminar las tendencias del colonialismo son los conversatorios y talleres, para capacitar a las comunidades sobre la historia del país y sobre quienes lo habitaban antes de la conquista.

En los conversatorios participan como protagonistas los ancianos de las comunidades, considerados una fuente de sabiduría. Ellos comparten su sabiduría a través de las historias de sus vivencias.

Se impulsaron varios proyectos para mejorar la autoestima de la gente y la inclusión de las comunidades al área urbana. Uno de los más exitosos fue la formación de un ensamble coral integrado por 150 mujeres indígenas de todas las edades. Ellas cantan las canciones originarias de sus comunidades, en compañía de los músicos de la Orquesta Sinfónica de Riobamba.

“Es música académica y ellas cantan a la par. Con el coro han podido presentarse en espacios en los que antes no hubieran podido”, dice Pablo Narváez, director del departamento de Cultura, Recreación y Deportes del Cabildo riobambeño.

Sus cantos hablan de la cotidianidad en la vida de las mujeres, del trabajo en el campo, del cuidado de los niños. La letra de algunas melodías se modificó para hablar de Dios, como una muestra de la espiritualidad que siempre existió en las comunidades.

“Nos sentimos muy bien cuando cantamos en el coro. Nunca pensamos que seríamos consideradas artistas de alto nivel y que podíamos compartir escenario con los músicos del Municipio”, cuenta María Acán, una de las coristas.

El rescate de la ritualidad y de las ceremonias ha sido otra prioridad para la Unidad de Interculturalidad, que funciona desde hace tres años en Riobamba. 

Durante cada uno de los cuatro festejos del calendario andino se realizan en las comunidades ceremonias dirigidas por yachaks. Para ello, fue necesaria la preservación de los espacios ceremoniales.

Las ceremonias cada vez cuentan con más participantes y las actividades organizadas para difundir la interculturalidad y reivindicar al pueblo indígena tienen más acogida.

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