Un Colibrí para premiar la diversidad

Son 46 los nominados en las 15 categorías de la primera edición del Premio Colibrí. Foto: Facebook Premio Colibrí

Son 46 los nominados en las 15 categorías de la primera edición del Premio Colibrí. Foto: Facebook Premio Colibrí

Son 46 los nominados en las 15 categorías de la primera edición del Premio Colibrí. Foto: Facebook Premio Colibrí

Las mejores producciones audiovisuales nacionales serán galardonadas en la reedición del Premio Colibrí. El proyecto quiere convertirse en la vitrina que visibilice el desarrollo y el consumo del audiovisual que busca destacarse en otros medios de difusión diversos y alternativos, además de las pantallas del cine. Los ganadores se conocerán en una gala en el Teatro Sucre, en abril.

Hace cinco años, ‘Cuando me toque a mí’, el largometraje dirigido por el ecuatoriano Víctor Arregui, se convirtió en la producción cinematográfica más galardonada en la primera entrega del Premio Colibrí.

El evento de premiación fue organizado por el Ministerio de Cultura y el Consejo Nacional de Cine (CNCine). El objetivo era hacer un reconocimiento público a lo más destacado de la producción local. Películas de los últimos tres años (2007-2009) compitieron en 10 categorías. La idea era volver a repetir el evento cada dos años.

El proyecto quedó abandonado hasta que los representantes de la Corporación de Productores y Promotores Audiovisuales del Ecuador (Copae), la Sociedad de Gestión Colectiva de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda) y Satré Comunicación anunciaron el relanzamiento del Premio Colibrí.

Un evento que se suma a otros festivales, encuentros y premios locales que se han multiplicado, como una muestra del desarrollo, tanto en la producción como en la formación que ha experimentado el sector en los últimos años. De Cannes al Oscar y de los Platino al Cóndor de Plata, los premios de cine reafirman la necesidad de reconocer la calidad en un mercado que crece exponencialmente.

Pero la amplitud de ese territorio se ha desbordado para abandonar la exclusividad de las grandes pantallas del cine hacia otras plataformas de difusión, lo que a su vez ha propiciado la creación de una mayor cantidad de premios cada vez más segmentados y especializados por géneros, temáticas, geografías, modelos de producción, ventanas de exhibición, etc.

En ese contexto, y contrario a las tendencias, el Premio Colibrí renace en una nueva primera edición con una idea diferente, que según Jan Vandierendonck, presidente de la Copae, se enfoca en la integración de propuestas que convergen en un concepto más amplio sobre lo que es el audiovisual.

Esta nueva propuesta responde, entre otras cosas, a la “realidad audiovisual” que vive el país en la actualidad. Vandierendonck se refiere primero al cine, al DVD, a la Internet, a la televisión de señal abierta o por suscripción como ventanas de difusión que se integran y en algunos casos se comparten.

Por otro lado también están los proyectos que se financian con fondos autogestionados, pese a las escasas políticas de incentivo para la inversión privada y que se suman a las obras que se estrenan con el apoyo económico del CNCine. Así, un grupo de 46 filmes fueron escogidos entre unos 250 proyectos que se presentaron a la convocatoria.

Aproximándose a la experiencia de otros países, la nominación incluyó dos etapas. Primero, una evaluación y selección de cinco obras por categoría a través del voto de unos 350 profesionales del audiovisual, agremiados en ocho organizaciones a escala nacional.

En la segunda etapa se formó un jurado conformado por representantes de las diferentes áreas de trabajo dentro del audiovisual, para escoger los nominados finales en cada categoría. Un proceso que va definiendo la rigurosidad pero que también quiere incentivar la organización gremial de las distintas especialidades.

Con esta selección, la organización quiere visibilizar frente al público y entre los propios realizadores la diversidad de contenidos, estilos, modelos y formatos de un producto que quiere ser parte de una economía estratégica.

Suplementos digitales