La premiación del Jorge Mantilla Ortega se realizó ayer, 18 de septiembre, en el Centro de Arte Contemporaneo Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
El Centro de Arte Contemporáneo fue el escenario para que la noche del 18 de septiembre se haya realizado la entrega del premio Jorge Mantilla Ortega, que en su XXIV edición centró su atención en las categorías de investigación económica, reportaje ambiental, fotorreportaje y periodismo en plataformas digitales.
Ante periodistas, representantes de distintos medios nacionales, académicos y familiares y amigos de los ganadores, Carlos Mantilla Batlle, Director de Grupo EL COMERCIO, inició el acto de presentación de los ganadores con un discurso en el que puso énfasis en que en estos 24 años de vida, los JMO se han destacado por premiar el periodismo independiente, libre, crítico y responsable con la realidad nacional e internacional.
Asimismo, en su intervención habló de que los más de 300 premiados a través del tiempo representan los intereses y motivos que mueven a los comunicadores radicados en el país.
Antes de que se diera a conocer a los finalistas del concurso de este año, Gonzalo Ruiz, subdirector adjunto de EL COMERCIO, invitó a los presentes a participar de un panel en el que intervinieron tres voces del periodismo nacional: Marco Arauz y Martín Pallares, de EL COMERCIO, y Marco Encalada, de la Corporación Oikos.
Ellos analizaron la situación de este oficio y su puesta en escena a futuro. Y entre las conclusiones a las que llegaron se encuentra el hecho de que el periodismo del siglo XXI debe afrontar de una manera crítica e investigativa toda la información ahora disponible en las diferentes plataformas digitales. La cuestión ya no es, como antaño, ofrecer noticias sino elaborar artículos que tomen en cuenta a la comunidad y que tengan un valor agregado en su estructura misma.
En representación de los ganadores de este año, María de la Paz Vela, primer premio en la categoría de investigación económica por su artículo ‘Debo y pagaré… en papeles’ publicado en Revista Gestión en diciembre del 2013, recalcó que la escritura periodística es tanto un privilegio como una responsabilidad.
A su criterio, las empresas de comunicación han sido un apoyo en los procesos periodísticos ecuatorianos. Recordó además que a pesar de que existan leyes que impidan el acceso directo e inmediato a la información económica pública, lo que importa es siempre ser objetivos con los datos ante los cuales se encuentra el periodista, buscando que estos sean claros y precisos para el público. Y en un recuento sobre la Ley de Comunicación, ella hizo hincapié que no se puede aceptar el reduccionismo que busca que el periodista se convierta en un canal de transmisión de la información que proviene de los distintos entes del Gobierno.
Así, un periodismo serio e independiente buscará vías para acercase a la realidad en la que se inscribe.