Las dietas ricas en fibra ayudan a evitar enfermedades intestinales. Foto: Freepik
Tras la llegada del nuevo coronavirus al planeta, el término probiótico se posicionó en redes sociales como Instagram. Son bacterias positivas que favorecen la salud del intestino y, por lo tanto, ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
Para obtenerlas, las personas aumentaron el consumo de yogur, kéfir, tepache, kombucha y más alimentos fermentados, pero se olvidaron de incluir prebióticos en su dieta, la ‘golosina’ de los probióticos.
La nutricionista Geovanna Arcos, especialista en cáncer, explica que se trata de fibras vegetales especializadas (conocidas como oligosacáridas) y que su principal objetivo es estimular el crecimiento de esas bacterias en el intestino.
Su presencia es vital para mantener un sistema digestivo saludable, libre de exceso de meteorismos y diarreas. También ayudan a reducir el molesto estreñimiento.
Cuando escasean, se entorpece el proceso de absorción de minerales como el hierro y del calcio, por ejemplo, y de vitaminas como las del grupo B. Entonces aparece el cansancio y el debilitamiento.
Su población se reduce con el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados que, por lo general, son altos en azúcar y grasas saturadas. La ingesta de alcohol también resulta perjudicial.
Esas fibras vegetales especializadas abundan, sobre todo, en alimentos como la avena, espárragos, frutas como la banana, manzana y pera; cebada, trigo sarraceno, cebollas, algas, diente de león y linaza.
Cristian Calderón, también nutricionista, apunta que para que el sistema digestivo de un adulto sano promedio funcione adecuadamente es necesaria la ingesta de entre 20 y 25 gramos de fibra al día. La Organización Mundial de la Salud, en cambio, recomienda hasta 40 gramos al día.
“Las dietas ricas en fibra se consideran preventivas de enfermedades como la diverticulosis colónica, la diabetes, la obesidad o el cáncer de colon”, apunta en su página web.
Esa cuota diaria se cumple con el consumo de cuatro porciones de fruta y tres de vegetales, o con seis porciones de carbohidratos complejos.
Puede distribuir tranquilamente las porciones a lo largo del día para facilitar la ingesta.
Los ‘carbos’ complejos son ricos en esa fibra, sustancia que, además de limpiar el intestino, ayuda a reducir de peso. “La fibra brinda una sensación de saciedad que dura por más tiempo”, impidiendo que las personas piquen durante el día, señala la nutricionista María Lourden Linzán.
El consumo de ese alimento es vital en todas las etapas de la vida, pues, según información difundida en la web de Europa Press, el colon de una persona adulta puede retener entre 8 y 10 kilos de restos intestinales: alimentos mal digeridos, restos de medicamentos, heces estancadas, parásitos y más.
Las personas con gastritis, por ejemplo, necesitan de la supervisión de un especialista.
Tome nota
Las porciones de frutas y vegetales sugeridas por las especialistas pueden consumirse durante todo el día.
El consumo de fibra a diario reduce el riesgo de sufrir enfermedades como el sobrepeso y obesidad.
Personas con preexistencias requieren de la asesoría de un experto para determinar la cantidad de fibra.
El exceso de prebióticos puede causar una mayor distensión abdominal, hinchazón y flatulencias.