Imagen referencial. El lanzamiento a competencias internacionales de películas que solamente se han estrenado en plataformas de streaming ha generado polémica en la industria cinematográfica. Foto: Pixabay.
Cuando series como ‘Mad Men’ desembarcaron en la televisión, mucho se habló de cómo la pequeña pantalla imitaba al cine. Lo que pocos imaginaron en ese entonces es que, unos años después, plataformas de streaming como Netflix o Amazon se convertirían en uno de los grandes actores de la industria cinematográfica como productores y distribuidores.
Netflix prevé estrenar 80 películas en 2018. A modo de comparación, Sony estrenó el año pasado 38 títulos. Amazon no se queda atrás: de acuerdo con Variety, en septiembre tenía en producción 20 filmes.
La tensión quedó explicitada este año con la inclusión de dos producciones originales de Netflix como ‘Okja’, de Bong Joon-Ho, y ‘The Meyerowitz Stories’, de Noah Baumbach, en la competencia oficial por la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Video: YouTube, cuenta: Netflix
Video: YouTube, cuenta: Movieclips Trailers
Los poderosos exhibidores franceses pusieron el grito en el cielo: ¿cómo podía ser que pudiera ganar una película que jamás se vería en cines?
Hasta el presidente del jurado, el director español Pedro Almodóvar, tomó partido y afirmó que sería una “enorme paradoja” que la Palma de Oro u otra ganadora no se vea en salas.
La polémica estaba servida. El crítico de cine brasileño Marcos Santuario es uno de los programadores del Festival de Cine de Gramado, en Brasil, que este año incluyó en su competencia la primera película original de Netflix producida en Brasil, ‘O Matador’, de Marcelo Galvao.
“Fue justamente la polémica de Cannes lo que nos llevó a pensar en incluir a Netflix en el Festival de Gramado”, dijo Santuario. De esta forma, Gramado se convirtió en el primer festival en Latinoamérica en programar en competencia una película de Netflix.
“La controversia generada en Cannes llega en un momento en que no podemos dejar de hablar de las nuevas formas de producir, consumir y distribuir producciones audiovisuales en el mundo. Y nosotros quisimos abrir el espacio a esa discusión”, explicó.
Para la crítica de cine y dibujante argentina Maia Debowicz, quien acaba de publicar ‘Cine en pijamas – De la pantalla grande al living de casa’ (Editorial Paidós), en el que analiza, entre otras cosas, el fenómeno del streaming, la discusión en Cannes fue útil.
“Lo interesante es que dejó al descubierto que los fenómenos que ocurrieron en los últimos años, con el estallido de las plataformas streaming, nos empujan a redefinir qué es hoy el cine”, dijo.
“Es en esa pregunta tan difícil de contestar, de resolver, donde chocan las diferentes miradas de los autores, provocando una lucha en el lodo intelectual entre Pedro Almodóvar y Bong Joon-Ho”.
Cannes terminó tomando una decisión tajante: a partir del año que viene, no aceptará más a concurso películas que no tengan asegurado un estreno en las salas de cine francesas. Sin embargo, no hay coincidencia entre todos los festivales clase A.
Pocos meses después, el director del Festival de Venecia, Alberto Barbera, afirmaba que las plataformas de streaming eran “nuevos actores del mercado internacional” del cine y que no era su deber vetar sus producciones por la forma en se exhiben, sino seleccionar las películas por su valor cinematográfico.
Nofue casual que Barbera se pronunciara de esta forma: en 2015 fue el primer director de un gran festival que aceptó a concurso una película de Netflix, ‘Beasts of No Nation’, de Cary Fukunaga.
Video: YouTube, cuenta: Netflix América Latina
La presencia de los gigantes del streaming en los festivales no es novedosa. Muchas veces también acuden a ellos para comprar títulos: Amazon adquirió los derechos de distribución del drama familiar ‘Manchester by the Sea’, de Kenneth Lonergan, en el Festival de Sundance a principios del año pasado, y se llevó dos Oscar con él. Pero nunca la polémica había sido tan encendida.
Sin embargo, no siempre las plataformas de streaming se niegan a que sus películas se vean en las salas de cine. Cuando creen que pueden aspirar a los Oscar, suelen organizar un estreno limitado en salas estadounidenses en simultáneo con la inclusión en sus plataformas.
Esa fue la estrategia de Netflix para ‘Beasts of No Nation’-ignorada finalmente por la Academia de Hollywood-, para ‘Mudbound’ y la que al parecer seguirá con ‘The Irishman’, la esperada película de gángsters de Martin Scorsese financiada por Netflix con Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci y Harvey Keitel.
De hecho el drama racial ‘Mudbound’ de Dee Rees, ambientado en el delta del Mississippi en los años 40 y adquirido este año por Netflix en Sundance, ya suena como la película que podría darle a la plataforma su primera nominación al Oscar (sin tener en cuenta nominaciones por documentales como ‘What Happened, Miss Simone?’).
Video: YouTube, cuenta: Netflix
“La gran ventaja de que Netflix o Amazon produzcan películas es que muchísimas obras que no tienen ya lugar en pantalla grande, por ser poco masivas o por ser grandes rarezas, pueden encontrar refugio en esas plataformas“, afirmó Debowicz. “Y por otro lado, los directores vuelven a tener una libertad creativa que en Hollywood terminó con la llegada de los años 80: así la violencia más cruda y las escenas de sexo más salvajes por fin vuelven a tener lugaren el plano”, señaló.
Santuario reconoce otra ventaja:”Tener actores como Netflix o Amazon para financiar las películas hace que el director no necesite estar sumergido en la búsqueda frenética de auspicios para la producción o entrar en competencias para la financiación gubernamental o lo que fuera”, afirmó.
Vientos de cambio sobrevuelan la industria del cine. Y como ante cada giro de la historia, están quienes lo viven con desconfianza y quienes lo reciben con los brazos abiertos.
“Flota la idea, más que errada, de que las plataformas SVOD (subscription video on demand) van a prender fuego las salas de cine. Lo mismo decían de la piratería, y los números, como demuestro en mi libro, reflejan que las películas más descargadas de la historia fueron también las más taquilleras en el cine“, resumió Debowicz.
“Una experiencia no reemplaza a otra, por el contrario, se complementan. Tal es así que la existencia de Netflix o Amazon extiende la vida de una película que en cartelera quizás dura solo una semana”