23 928 plazas para docentes se abren a escala nacional

El ministro de Educación, Fander Falconí (segundo desde la izq.), informó sobre el concurso Quiero Ser Maestro 6. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

El ministro de Educación, Fander Falconí (segundo desde la izq.), informó sobre el concurso Quiero Ser Maestro 6. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

El ministro de Educación, Fander Falconí (segundo desde la izq.), informó sobre el concurso Quiero Ser Maestro 6. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Entre agosto y septiembre próximos, 2 867 nuevos docentes ingresarán al magisterio fiscal. Ellos ganaron el concurso de méritos y oposición Quiero Ser Maestro, que desde hoy, 1 de agosto del 2017, se abre por sexta ocasión.

En esta nueva convocatoria se aspira vincular a 23 928 profesores. Actualmente, ellos laboran bajo la modalidad de contrato provisional y están vinculados en instituciones fiscales de las nueve zonas educativas del país.

En la uno hay 2 863 docentes, en la dos 1 834, en la tres suman
2 266, en la cuatro 3 146, en la cinco 3 650, en la seis hay 2 447, en la siete 2 046, en la ocho 2 257 y en la nueve 3 419, según detalló Fander Falconí, ministro de Educación.

Para participar en el proceso, los aspirantes elegibles deberán ingresar al Sistema de Información del Ministerio de Educación y colocar sus datos personales y profesionales. El proceso durará 10 días, es decir, hasta el 10 de agosto.

En el Acuerdo Ministerial 065 A -implementado para este concurso- se detalla que la persona que no haya aceptado todas las condiciones establecidas en esta fase o que no haya completado la información será descartada del proceso.

Este tendrá dos fases. La primera corresponde a la validación de los méritos del participante. Aquí se evaluarán los títulos del aspirantes, su experiencia, las publicaciones sobre las investigaciones relacionadas con su especialidad, los artículos o los reportajes publicados sobre su trabajo o trayectoria artística.

Además se tomarán en cuenta los cursos de capacitación y actualizaciones realizados en áreas de docencia. Esta parte será el 35% del total de la nota.

El 65% restante será la denominada oposición. En esta constan las pruebas de conocimientos específicos y la de saberes disciplinares. Se suma la clase práctica o demostrativa.

Melsenda Yánez es docente de educación básica y hasta el año lectivo pasado trabajó en un plantel educativo del valle de Cumbayá (Quito).

Ella participó el año pasado en la anterior convocatoria. Aprobó las pruebas de actitud y las psicotécnicas y obtuvo una calificación idónea.

Ahora -dice la profesional- tiene que dar las pruebas de conocimientos específicos y así ganarse una plaza laboral. Para ella, apostarle al magisterio fue un reto que tomó porque “es en el aula en donde se pueden realizar cambios en el sistema educativo ecuatoriano”.

Una vocación similar viven Mónica Quinatallo y Zoila Moreno. Ambas son docentes de educación general básica y buscan una plaza de trabajo en el magisterio fiscal.

Hace 11 años, Quinatallo es docente pero trabajó en establecimientos particulares. En esos espacios recuerda que el sueldo no era bueno, ya que ganaba un básico. Hasta el año anterior, este rubro alcanzó a los USD 366 mensuales.

No le alcanzaba para mantener a su hija de dos años, por lo que dejó una carpeta para trabajar en el sistema de educación público.
Cuando ingresó, comenzó a ganar USD 877 aproximadamente.
En parte eso es lo que le motivó a ‘pelear’ el nombramiento fiscal. “Quiero tener ese sueldo para mantener a mi hija”, explicó la profesional.

La vocación y la necesidad, también, hicieron que Moreno busque ingresar al sistema público. El camino no ha sido fácil - asegura - ya que las evaluaciones tienen su complejidad. Esta es la tercera vez que aplica en el concurso.

Para rendir la prueba, la docente se ha preparado vía Internet; pero critica que, en ocasiones anteriores, se tomó conocimientos no relacionados a su área: educación general básica. “La primera vez me tomaron lengua y literatura y no logré un buen puntaje. Lo necesito y seguiré participando hasta conseguirlo”.

El Quiero Ser Maestro se toma desde el 2014. En este año hubo 20 042 ganadores. En el 2015 ganaron 11 516 personas. El 2016 fue uno de los años más bajos con 5 519. Esto es un 52% menos con respecto al 2015.

Pese a ello, los ganadores hasta el 2016 ya tienen su nombramiento fijo, señaló Falconí. “No hay personas rezagadas”.

Para los ganadores del Quiero Ser Maestro 5 (2 867 docentes mencionados) se gestionan las nuevas instituciones educativas. “Esto se producirá hasta septiembre en la Sierra”.

Con este concurso -sostuvo- se amplía la estabilidad de los docentes dentro de las instituciones educativas. El presupuesto es amplio, aunque no detalló el monto destinado.

Entre agosto y septiembre será la convocatoria para dar las pruebas de elegibilidad. A partir de octubre se rendirán evaluaciones de razonamiento, personalidad y conocimientos, explicó Ana Cano, subsecretaria de Desarrollo Profesional.

Los aspirantes tendrán bonificaciones si cumplen con parámetros como residir en el mismo circuito donde hay vacantes, tener alguna discapacidad, ser migrante, exeducadores comunitarios y otros.

En contexto

En el artículo 97 de la Ley Orgánica de Educación Intercultural se dispone que las vacantes de docentes se llenen mediante concurso de méritos y oposición. En estos participan docentes que se vinculen por primera vez al magisterio y quienes solicitan traslado.

Suplementos digitales