Jorge Brito y Ulyses Pardiñas están analizando la morfología de los ratones en el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio). Foto: cortesía Jorge Brito / Inabio
Thomasomys salazaris es el nombre de la nueva especie de roedor que fue descrita esta semana. La publicación de su hallazgo no solo es la primera en casi 16 años para este género de animales, sino que simboliza el interés de los científicos por retomar el estudio de estos animales en Ecuador y en la región.
Jorge Brito, curador de mamíferos del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), cuenta que las descripciones de este tipo de animales son poco frecuentes. Contrario a lo que sucede con anfibios, reptiles y plantas, las publicaciones científicas sobre roedores no son comunes y no han generado mucho interés en la comunidad científica.
En el siglo XIX se trabajaba de manera “abrasiva” con los ratones en toda América del Sur, pero esto fue disminuyendo con el paso del tiempo. Su estudio se retomó en los años 80 y nuevamente se apagó, cuenta el especialista. Hasta la reciente publicación del hallazgo de Thomasomys salazaris, la última descripción de un animal de este mismo género en Ecuador ocurrió en el año 2003. En ese caso se trató de un animal que fue hallado en los años 90, pero hasta ese momento no lo habían publicado en una revista científica. En toda la región, la última descripción de un animal de este género se dio en el 2007, para una especie hallada en Bolivia.
En el caso de Thomasomys salazaris, hasta el momento es endémico de Ecuador. Brito, quien lideró el estudio, explica que este animal fue hallado en el 2011 por unos científicos norteamericanos. En ese momento lo catalogaron como parte de otra especie que ya era conocida en el país. Pero cuando Brito y sus colegas llegaron al sitio donde fue hallado, se dieron cuenta que no encajaba en ese grupo e iniciaron un trabajo más sistemático para tener más evidencias.
Finalmente, el equipo pudo determinar que este roedor pertenecía a una nueva especie del género tomasolis, conocidos como ratones andinos. Actualmente se ubica en tres localidades del Parque Nacional Sangay.
Con la descripción de este animal, Ecuador ahora cuenta con 15 especies del género Tomasolis. Esto lo pone por detrás de Perú, que tiene 18 especies de tomasolis, y de Colombia, que tiene 16. Además de las especies pertenecientes a este género, en el país existen alrededor de 78 especies que corresponden a la familia Cricetidae, que es la segunda más diversa de los mamíferos en el mundo y en la que el equipo de Brito se especializa.
Para Ulyses F.J. Pardiñas, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina, actualmente este campo en la región está en una etapa primaria del conocimiento, en la que se están evidenciando avances.
El equipo tiene en este momento, por lo menos, 20 especies en proceso de descripción, cuenta. Este investigador actualmente se encuentra realizando análisis en el Inabio para describir nuevos géneros. En el laboratorio se dedican a analizar los cráneos, las pieles y el cuerpo de estos roedores para obtener la mayor cantidad de evidencias.
“Si después de 200 años todavía seguimos describiéndolos, es porque hay una diversidad apabullante de ratones”, dice el investigador argentino. Además, ahora los investigadores se están enfocando en explorar zonas que antes no habían sido visitadas. La Cordillera del Cóndor, por ejemplo, se ha convertido en una fuente de nuevas evidencias.
Aunque para muchos la presencia de estos animales es negativa, esto también ha sido un impulso para estudiarlos. Los investigadores explican que es necesario continuar con el análisis de estos para conocer cuáles pueden ser una fuente de enfermedades, ya que no todos son portadores. Además, la existencia de los roedores es indispensable para mantener el equilibrio de los ecosistemas.