El práctica del pilates quema grasa y corrige posturas

La plancha tonifica el transverso abdominal. Hay que apoyarse en los antebrazos con los pies alineados con la cadera.

A simple vista parece que se trata de una disciplina ligera, en la que solo se utilizan pelotas de diversos tamaños y colores para ganar flexibilidad y mimar a la espalda.
Lo cierto es que con la práctica regular del método Pilates, además de lucir un cuerpo más erguido y estilizado, sus practicantes corrigen y mejoran posturas, ganan flexibilidad, controlan la respiración y queman muchas calorías mientras se activan los músculos más internos del cuerpo. Lo hacen tomando consciencia de cada movimiento.
La instructora profesional Karla Rivera asegura que en una clase de 55 minutos una persona promedio quema entre 400 y 500 calorías, sin embargo, aclara que hay encuentros en los que se pierden hasta 700 calorías. Todo dependerá de la intensidad y ritmo con el que se realicen los movimientos y de la condición física de cada participante.
Lo ideal es que se trabaje de forma progresiva para evitar dolores, pues aunque se trate de un método amigable es necesario avanzar lentamente, escuchando al cuerpo.
“Hay ciertos movimientos que pueden perjudicar a una persona con problemas en la zona lumbar, por ejemplo. Por eso es importante avanzar de acuerdo con sus capacidades”.
Un principiante, por ejemplo, quemará más calorías que una persona con experiencia. Por esa razón, dice Rivera, el método Pilates es ideal para aquellas personas que también desean reducir medidas o que buscar salir del sedentarismo. Conviene también porque el impacto es mínimo, a diferencia del trote, por ejemplo, donde pueden sufrir las rodillas y los tobillos.
Ese sistema de acondicionamiento físico contempla 33 ejercicios y se basa en estos principios centralización, precisión, respiración y control de movimientos. Sin embargo, hay muchas variantes: cardiopilates, dancepilates y más están en la lista.
Para que los encuentros sean más divertidos, los instructores varían los movimientos e incluyen diferentes herramientas en la que se destacan pequeñas mancuernas, ligas de resistencia, aros, etc. Las clases duran entre 50 y 60 minutos y, por lo regular, se dividen en fases.
La primera corresponde al calentamiento de músculos y articulaciones para evitar lesiones durante la práctica o en el futuro. De ahí la sugerencia de contar con guías certificados. Al minuto 35, el cuerpo está totalmente activado, quemando las calorías y tonificando los músculos.
La práctica de pilates se puede complementar con actividades como levantamiento de pesas, por ejemplo. Los deportistas se sentirán más cómodos dentro de un gimnasio, porque sus articulaciones y músculos estarán más flexibles. También porque aprendieron a tomar conciencia de cada movimiento.
Rivera aconseja un mínimo de tres clases a la semana, pero advierte que a partir de los 10 encuentros los participantes recién sentirán la diferencia. A las 20 sesiones verán los resultados en diferentes partes de cuerpo, mientras que a las 30 clases sentirán un cambio integral. La clave está en ser constante y tener paciencia.
Las clases son personalizadas para hombres y mujeres de diferentes edades, para trabajar en función de las necesidades de cada participante.