La casa-hacienda ocupa un área de 5 000 metros cuadrados en el centro de Pesillo, en Cayambe. Foto: Francisco Espinoza / para EL COMERCIO
Los vecinos de Pesillo, en Cayambe, aún no logran cumplir uno de sus sueños: convertir la casa de hacienda en un espacio para la comunidad.
La rehabilitación de esta edificación -que data del siglo XVII- está inconclusa, pese a que se han invertido USD 2,5 millones. Así lo asegura Graciela Alba, gobernadora de esta parcialidad.
El proyecto de restauración comprende un centro de acopio de leche, centro médico, sala de capacitación, museo, entre otros.
La vieja casona está constituida por tres grandes edificaciones y por una iglesia. La hacienda tiene una influencia arquitectónica colonial y republicana.
Hace seis años, el desaparecido Ministerio Coordinador de Patrimonio, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, el ex Banco del Estado y el Municipio de Cayambe anunciaron un plan integral de recuperación del inmueble. “La primera piedra para restaurar la casa se colocó con bombos y platillos, pero la obra no está lista”, dice Alba.
Antes de la intervención, la hacienda estaba deteriorada por falta de mantenimiento y abandono. A partir de 1980, pasó a manos de un Comité Promejoras de Pesillo.
Los trabajos de reconstrucción, cuyo contrato se suscribió en el 2012, contemplaban la rehabilitación arquitectónica y reforzamiento estructural.
En otras obras se preveía la instalación de porcelanato para una galería, cafetería, restaurante, cuarto de máquinas, bodegas y cocina.
En una publicación de la revista Nuestro Patrimonio, de septiembre del 2012, se indicó que en las áreas sociales y de alojamiento se iban a colocar pisos de madera y de cerámica, en los baños. Sin embargo, la obra comenzó en la anterior administración municipal y no finalizó, por lo que se busca darle seguimiento.
Los vecinos, como Segundo Elías Colcha, del Consejo de Gobierno de Pesillo, piden que la intervención finalice lo más pronto, ya que la obra estaría paralizada desde el 2013.
Ahora, a pesar de estar inconcluso, este lugar sirve para reuniones, asambleas y fiestas como la de San Juan.
El alcalde Guillermo Churuchumbi visitó Pesillo el 6 de enero último, para analizar los estudios de restauración. Según los dirigentes del Consejo de Gobierno de esta comunidad, ahora se realiza un trabajo en conjunto. Se ven resultados.