Benjamín Carrión mantuvo una vasta producción en ámbitos como la novela, el cuento, el ensayo y otros. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Benjamín Carrión fue, sin duda, uno de los ensayistas más potentes de la literatura ecuatoriana del siglo XX. A través de este género literario, el mentalizador y fundador de la Casa de la Cultura Ecuatoriana dio a conocer sus reflexiones sobre temas que van desde la construcción de la identidad nacional, pasando por la crítica literaria, hasta el manejo de las instituciones culturales.
En ‘Benjamín Carrión: obra escrita 1928-1977’, una colección de seis tomos publicada por Flacso Ecuador y el Ministerio de Cultura y Patrimonio, se vuelven a reeditar textos imprescindibles de este autor lojano, entre ellos: ‘Atahuallpa’ (1934), ‘García Moreno, el santo del patíbulo’ (1959), ‘Mapa de América’ (1930), ‘El nuevo relato ecuatoriano’ (1951-1952), ‘Cartas al Ecuador’ (1943) y ‘Trece años de cultura ecuatoriana’ (1957).
En las notas técnicas sobre esta edición, Carlos Reyes y Consuelo Sánchez, coordinadores de la publicación, explican que se incluyeron obras que en su mayoría solo estaban disponibles en ediciones impresas y antiguas, y cuya cantidad y legibilidad dificultaban el acceso a los lectores, como ‘Raíz y camino de nuestra cultura’ (1970).
Los contenidos de los seis volúmenes están agrupados en tres categorías temáticas: Ensayo y relato histórico (volúmenes I y II), Ensayo y crítica literaria (volúmenes III y IV) y Cultura y política (volúmenes V y VI). La publicación más antigua de esta colección es ‘Los creadores de la nueva América’, que data de 1928, y la última es ‘Plan Ecuador’, publicada en 1977.
Reyes, en el texto introductorio del volumen I, señala que hay tres temas que marcaron el interés literario de Carrión: el escritor, el Ecuador y la Casa de la Cultura Ecuatoriana. “La figura del escritor -dice- está presente de manera profunda en la obra de Carrión”.
Sus ensayos, por lo general, están poblados por nombres de autores locales y extranjeros, con los que dialoga o hace referencia entre ellos Espejo, Montalvo, Descartes, Rubén Darío, Joyce, Kafka o Faulkner.
“Carrión reserva un lugar especial en sus escritos para tres escritores cercanos a él, ya sea por intimidad o intereses compartidos. Estos son Gabriela Mistral, Miguel de Unamuno y José Vasconcelos”, añade Reyes en su texto.
A criterio de este investigador, el Ecuador y lo ecuatoriano también fueron “elementos catalizadores” en toda la obra de Carrión. Ese interés por reflexionar sobre la identidad nacional tiene su origen en ‘Atahuallpa’, a la que Carrión consideró biografía enaltecedora de la raza y de la patria. Luego vinieron ensayos epistolares, como ‘Cartas al Ecuador’ y ‘Nuevas cartas al Ecuador’, que dan cuenta del estado del país.
La creación de la Casa de la Cultura Ecuatoriana fue uno de los proyectos de vida más significativos para Carrión. La importancia que para él tiene esta institución como herramienta para convertir al país en una potencia cultural está inscrita a lo largo de gran parte de su trabajo literario, pero sobre todo en obras como ‘Cultura y política: otros textos’; también constan ‘Casa de la Cultura Ecuatoriana’ (1957) y ‘Suave Patria’ (1971).