Oswaldo Ruiz, integrante de la Pastoral Afro, en una feria realizada en el parque central 20 de Marzo, en Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
La Pastoral Afro de Esmeraldas trabaja en varios proyectos para lograr una mejor visibilización del pueblo afroesmeraldeño, a través de exposiciones para mostrar una parte de su cultura y tradiciones.
Entre las propuestas está la inclusión de mujeres afros en la confección y exhibición de atuendos africanos hechos con telas multicolores.
En este plan ya trabajan tres artesanas que confeccionan batonas, turbantes, collares, kenyas o gorros, que se ofertan en diferentes ferias que se organizan en Esmeraldas.
Un promedio de 20 batonas se elaboran semanalmente para vender desde la Pastoral o aprovechar los actos culturales para exponer sus trabajos y comercializarlos.
Las mujeres trabajan con recursos propios que bordean los USD 300 y que utilizan para comprar las telas. La confección se hace en casa.
Oswaldo Ruiz, de la Pastoral Afro en Esmeraldas, explica que este espacio se creó con la finalidad de dar impulso a las mujeres costureras que se desempeñan en esta labor desde hace varios años.
Ruiz explica que la idea es que la gente utilice los vestidos tradicionales en ocasiones especiales, como una forma de identidad cultural, pero dice que no ha sido fácil, por la influencia de otras culturas.
Sonia España es cantora de la tradición afro, pero también una experta diseñadora de traje típicos. Ella siempre luce batonas, blusones y un turbante, que la identifican. Con sus diseños ha motivado a otras para que utilicen ese vestuario.
Otra parte de los trabajos de las mujeres se expone en ruedas de negocios locales. Hasta el momento han participado en cinco encuentros en un estand donde muestran los diseños disponibles.
Para Juan Montaño, de la Casa Palenque de Esmeraldas, estas iniciativas son positivas porque les permite estar presente en varias actividades cotidianas en la provincia.
El trabajo que hace la Pastoral con la promoción de los atuendos se replica también entre otras organizaciones.
Por ejemplo, desde el Comité de Cantonización de Borbón se promueve el uso del atuendo africano y la degustación de la comida tradicional, como el tapa’o de pescado seco, así como el tapa’o de carne seca con aguas aromáticas.
Este tipo de demostraciones se hace cada año y sirve para recordar cómo los antiguos se alumbraban con candil de madera, cómo eran sus meriendas y el uso de utensilios.
La Pastoral afro también difunde otros elementos de esta cultura, como literatura y la etnoeducación. También promueve el cuidado de las plantas medicinales como la menta, ruda, espíritu santo, llantén, paico, discansel y otras hierbas para condimentar las comidas, como la chiyangua.
Estas especies se siembran en los patios de sus casas, donde hay pequeños maceteros y huertos familiares, para luego usarlas y vender lo que sobre.
Una de las cultivadoras de plantas medicinales es Madeline Bone, quien tiene más de 20 especies distintas, que sirven para aliviar dolencias estomacales y de cabeza.
Aprendimos a utilizar la planta de espíritu santo para aliviar el dolor de cabeza, colocando las hojas alrededor de la frente y cubiertas con un trapo”, explica Bone.