El homenaje de la ciudad es para uno de los más grandes exponentes de la música de la tradición afroesmeraldeña. Foto: Archivo EL COMERCIO
La figura de Guillermo Ayoví, ‘Papá Roncón’, como es conocido por su aguda voz, está en las mentes y el corazón de cada borboneño, que ha escuchado sus poesías e interpretaciones musicales.
Allí sus pobladores han crecido con la influencia de su música, su canto y la narración de la tradición ancestral del pueblo afroesmeraldeño, contada por una de las figuras sobresalientes del folclor afro.
Ayoví se ha convertido en unos de los referentes de la oralidad, porque ha logrado llevar el canto lleno de historia, desde su natal Borbón, hasta países de Europa y Estados Unidos, donde ha representado a Ecuador con su voz.
Por eso, el Municipio de Eloy Alfaro, norte de Esmeraldas, hará la develación de una estatua en honor a Guillermo Ayoví, que será puesto en el Parque de Borbón, su tierra natal, en donde habita con su familia.
Este acto coincidirá con las festividades de parroquialización de Borbón, el próximo 12 de septiembre, en medio de un programa en el que habrá danzas ancestrales con los primeros alumnos de Ayoví, cuando creó su agrupación La Catanga.
La hija menor de ‘Papá Roncón’, Mariuxi Ayoví, se siente orgullosa de que su padre reciba un reconocimiento como ese, por los años dedicados a cultivar y difundir la cultura afroesmeraldeña, hasta posesionarla.
Borbón es una tierra de prodigiosos cultores de la marimba y la oralidad ancestral, y como Guillermo Ayoví, también surgió Rosa Wila, una de las destacadas voces del canto de arrullo. El apodo de este personaje conocido como Roncón tiene su origen en el pez ‘guacuco’ llamado roncador, el que vendía Ayoví por las calles polvorientas de su natal Borbón, cuando era niño.
En su pueblo hay alegría desde que se enteró que en pleno parque estará su figura, en donde aparecerá vestido con una túnica de las que suele usar para sus presentaciones, y una kenya, o gorro, tocando marimba. Hace alusión a la vestimenta de gala que usa el pueblo africano.
Mientras eso ocurre, Ayoví sigue dedicada a la elaboración de marimba, palos de lluvias, cununo, guasá, en un espacio que tiene enfrente de su vivienda, cerca al cementerio de Borbón. En las tardes participa de la enseñanza de la marimba, en la fundación que lleva su nombre y es administrada por su hijo mayor que también se llama Guillermo Ayoví.
La planta baja de su vivienda donde se realizan los ensayos está llena de instrumentos tradicionales. Las paredes con cuadros que evocan sus presentaciones, reconocimientos y fotografías de los innumerables viajes realizados.
Recientemente, el pasado 22 de julio, la Casa de la Cultura de Esmeraldas lo ratificó como Miembro Nato, en honor a su imagen y responsabilidad en el arte musical, vernáculo de la provincia de Esmeraldas.
Ayoví fue ganador del premio Eugenio Espejo, en 2011, por su aporte a la cultura, situación que llena de orgullo a los borboneños como Juan Pablo Garcés, que nació como músico de la escuela de Papá Roncón.
A sus 84 años de edad, no pierde la costumbre de tocar la guitarra y cantar la canción que le compuso a Celia Cruz o sus poemas al pueblo negro. “Creo que hemos aportado con mostrar nuestra tradición ancestral, ahora serán los nuevos talentos los que deben tomar la posta para seguir mostrando la rica cultura del pueblo afro”, dijo Ayoví.