Un grupo de investigación, dirigido por Trajano Ramírez, ingeniero químico, finalizó la primera etapa de un proyecto orientado a desarrollar piel artificial en Ecuador.
Para producir la piel artificial, los investigadores de la Escuela Politécnica Nacional (EPN) utilizan un compuesto químicos con base en colágeno, agua, proteínas, entre otros elementos.
Ramírez considera que puede ser un avance importante en el tratamiento de quemaduras o daños en la piel.
Para la producción de la piel artificial, emplean el acelerador de electrones, el único en el país que ha sido instalado en la EPN.
Este aparato permitió a los investigadores materializar su idea de diseñar piel artificial.
El acelerador de electrones produce radiaciones electromagnéticas que transforman una molécula muy pequeña a una de mayor tamaño. “Por medio de las radiaciones provenientes del acelerador logramos que los monómeros (colágeno y proteínas) se conviertan en un polímero que es la piel artificial”.
El monómero es una molécula pequeña que unida a otros monómeros, a veces cientos o miles, por medio de enlaces químicos, forman macromoléculas llamadas polímeros.
Alberto Celi, PhD en Física y profesor de la Politécnica, explica que el acelerador de electrones es un equipo que hoy es utilizado en el país para esterilizar insumos médicos y también para alargar la vida de los alimentos.
El grupo de investigación de Trajano Ramírez también descubrió esta nueva aplicación orientada a ofrecer una alternativa a los pacientes con quemaduras.
Celi indica que las energías que tienen los electrones son los suficientemente altas para afectar a la energía de los enlaces de las moléculas. De esa manera, se consigue la formación de nuevos compuestos como es el caso del colágeno y las proteínas que se convierten en piel.
En este proceso, los investigadores emplean sustancias compatibles con el tejido humano para evitar un posterior rechazo.
Una de las ventajas al emplear el acelerador de electrones es que la piel producida es completamente estéril, no tiene presencia de microorganismos, por lo que puede ser injertada en la zona afectada por una quemadura.
Este proyecto está, por el momento, financiado con fondos de la Politécnica Nacional. Este desarrollo requirió una inversión cercana a USD 10 000.
Ramírez advierte que efectuaron encuestas en varios hospitales del país, entre ellos, el Baca Ortiz, Eugenio Espejo y Carlos Andrade Marín para averiguar si utilizan o no piel artificial.
“Constatamos que en ninguno de los hospitales que tienen un área dedicada a quemados emplean este material. Sabemos que, en ocasiones, emplean la propia piel del paciente o de otras personas”. El compuesto elaborado en la Politécnica para producir la piel artificial es flexible y resistente. Además, es completamente transparente, lo que le permite al médico observar internamente cómo funcionan los tejidos.
El galeno también podría recurrir a pigmentos naturales para darle color a esta piel transparente y de esta forma darle el tono de acuerdo a la tez del paciente.
El siguiente desafío para los investigadores de la Politécnica Nacional es desarrollar venas y arterias artificiales, a partir de polímeros. Si no se tienen en cuenta ni los metales ni los compuestos inorgánicos, casi todo lo que queda en el mundo son polímeros: fibras, resinas, proteínas.