En un comunicado, el Ministerio autorizó a los planteles particulares a no renovar la matrícula en caso de atrasos en el pago. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.
Lady Morán ya no tiene deudas. Ayer se acercó a la colecturía de la Academia Naval Altamar de Guayaquil, donde estudia su hijo, y canceló las dos mensualidades pendientes. “El retraso surge por inconvenientes familiares. Pero aquí la educación es buena y hacemos el esfuerzo para estar al día”, dijo poco después de contar el dinero frente a la ventanilla.
Roberto Suárez, en cambio, pagó la pensión de su nieto, quien cursa el noveno año. Ahora solo le resta un mes para acabar el año escolar. “Yo pago mes a mes por la buena educación y disciplina que recibe. A veces los retrasos son un descuido de los padres”.
Suárez conoce el anuncio del ministro de Educación, Augusto Espinosa, quien el pasado lunes (19 de enero) dijo que los planteles particulares podrán no renovar la matrícula del próximo año, en casos de impuntualidad en el pago de mensualidades.
“De gana se complican la vida inscribiendo a sus hijos en el sector privado, si es que no pueden pagar. Si no pueden pagar está la alternativa de lo público”, dijo Espinosa durante su visita a Guayaquil.
Para Omar Andrade, esa es una buena opción para quienes no tienen cómo financiar la educación de sus hijos. Pero este padre de familia prefiere la educación particular. Por eso, ayer acudió a la academia Altamar para pagar USD 297 por sus tres hijos. “Nosotros no nos retrasamos, porque los retrasos afectan a la institución y a los estudiantes”.
La rectora de la institución, Juana Aguiar, explica que apenas el 5% de los padres suele atrasarse en los pagos. “Para esos casos damos la apertura a que paguen por abonos, por semanas o quincenas. Y los estudiantes dan sus aportes y exámenes sin dificultad”.
Pero el ministro Espinosa reconoce que la morosidad es un problema que afecta a varios privados. Frente a eso, aseguró que se garantizan cupos en los planteles fiscales. Para facilitar el trámite, los directivos de los particulares deberán enviar listados de los estudiantes con pensiones en mora. “Hagamos una ruptura cultural. No porque un alumno estudie en un colegio privado le va a ir mejor. Hay excelentes establecimientos públicos”, dijo.
Actualmente, en el régimen Costa, se desarrolla la fase de inscripción de nuevos alumnos en el sistema público de educación. Según datos del Ministerio, del total de inscritos en este año, el 26% corresponde a migraciones del sector particular al público.
Para Roberto Passailaigue, rector de la Unidad Educativa Ecomundo y exministro de Educación, la medida de las autoridades es positiva. Pero asegura que el problema es más profundo. “Por qué esperar que se adeude todo un año, si ya al tercer mes que no cancelen se genera la desfinanciación de los establecimientos y eso perjudica a los otros estudiantes”.
El educador aconseja que los padres dialoguen con las autoridades del plantel para hallar una solución, con formas de pago e incluso descuentos en casos calamitosos, como aplican en la institución que dirige. “Se dan todas las facilidades, pero si el padre no paga a los tres meses debería pasarse al estudiante directamente al establecimiento fiscal para que le conceda la matrícula”.
Passailaigue explica que la morosidad de los padres afecta al 80% de los planteles en Guayaquil, una estadística que bien podría, a su criterio, proyectarse al país, aunque en la Costa el ciclo está por terminar.
En algunos planteles los niveles de morosidad llegan al 50% del total del alumnado. Pero hace 15 días, cuando circuló un comunicado del Ministerio sobre la posibilidad de no renovar las matrículas, esa cifra se redujo al 30 y 20%.
“Con el anuncio del Ministerio estoy seguro que los padres harán todo lo posible para ponerse al día. Muchos tienen cómo hacerlo, pero sencillamente esperan que se aplique la viveza criolla”.