Diversos actores de Hollywood han demostrado su rechazo a las políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Foto: AFP.
A falta de semanas para la pasada edición de los Oscar, la indignación era enorme. Hubo llamadas al boicot y estrellas como George Clooney, Spike Lee o Lupita Nyong’o se mostraron muy críticos con que, por segundo año consecutivo, ningún afroamericano figuraba en la lista de nominados a los premios más importantes de Hollywood.
Este año no es el propio sector el que está contra las cuerdas, sino un hombre en concreto: Donald Trump. Un decreto del nuevo presidente de Estados Unidos ha generado una oleada de críticas y enojo que se deja sentir en todo el mundo. Y es que la prohibición de viajar a Estados Unidos para personas de siete países mayoritariamente musulmanes, entre ellos Siria, Irán e Irak, cuatro semanas antes de la gala, también afecta a nominados.
El premiado cineasta iraní Asghar Farhadi, que tras alzarse con el Oso de Oro en Berlín por ‘Nader y Simin: una separación’ fue nominado al Oscar, repite candidatura este año en la categoría de mejor filme de habla no inglesa por ‘The Salesman’. Sin embargo, ni él ni su protagonista, Taraneh Alidoosti, podrán asistir a la gala.
También reaccionó indignado el alemán residente en España Marcel Mettelsiefen, nominado a mejor corto documental por ‘Watani:My Homeland’, sobre la huida de una familia siria a Alemania. Hala, madre de cuatro hijos cuyo marido fue secuestrado por la milicia terrorista Estado Islámico (EI), viajó recientemente a Nueva York con un visado para un encuentro en Naciones Unidas.
Mettelsiefen quería llevarla a Washington y luego a Los Ángeles. “Ahora, todos los planes han quedado en nada”, dijo a DPA. No obstante, este joven cineasta de madre ecuatoriana y afincado en Barcelona sí viajará a la entrega de premios el próximo 26 de febrero.
“Boicotearla sería enviar una señal equivocada justo ahora que la sociedad civil se moviliza cada vez más”, explica el realizador, de 38 años. En su opinión, la resistencia que se está gestando en Hollywood es alentadora. “Será una gala política”, augura.
También llegan protestas del equipo del cineasta británico Orlando von Einsiedel, nominado por el corto documental ‘The White Helmers’, sobre voluntarios en Siria. Su intención era invitar al director de la organización y a un camarógrafo sirio a los Oscar, cuenta en The Hollywood Reporter.
Están “conmocionados y enfadados” de que ahora Estados Unidos prohíba la entrada a esta gente valiente. “Si ni siquiera los héroes son bienvenidos, ¿dónde estamos?”, lamenta.
Hollywood les respalda. La Academia manifestó su “extrema preocupación” por el decreto de Trump y señaló que desde el gremio apoyarán a cineastas y defensores de los derechos humanos en todo el mundo.
La actriz Emma Stone, nominada por su papel en el musical ‘La La Land’, calificó lo ocurrido tras la prohibición como “inexcusable y aterrador”. “Prohibir la entrada es un error, y es antiestadounidense”, señaló la actriz Julia Louis Dreyfus el domingo 29 de enero en la entrega de los premios SAG.
Incluso el actor austríaco estadounidense Arnold Schwarzenegger, compañero de partido de Trump, manifestó su desacuerdo. Según el exgobernador de California, la Casa Blanca ha actuado de manera totalmente precipitada. Impedir entrar a quienes poseen una “greencard” (permiso de residencia) es una locura y una vergüenza, dijo el lunes 30 de enero en el programa ‘Extra’.
Ya a comienzos de mes, la actriz Meryl Streep aprovechó el escenario de los Globos de Oro, que le rendían homenaje, para realizar un apasionado alegato contra Trump. Y el 26 de febrero podrían tomar su relevo muchas otras estrellas.
No en vano, las protestas políticas en la gala tienen tradición: ya en 1973 Marlon Brando decidió no acudir y envió en su lugar a la activista india Sacheen Littlefeather. “En este país no deberían aceptarse premios hasta que no hayan mejorado drásticamente las condiciones de vida de los indios americanos“, rezaba el comunicado que leyó.
También la gran dama del cine británico Vanessa Redgrave emocionó con su discurso propalestino en 1978, cuando recibió el Oscar por su papel de reparto en ‘Julia’, en la que encarnaba a una combatiente de la resistencia judía.
El cineasta Michael Moore (‘Bowling for Columbine’) también aprovechó sus 45 segundos en 2003 para criticar duramente la guerra de Irak y al entonces presidente estadounidense: “¡Estamos en contra de esta guerra, George Bush! ¡Es una vergüenza, señor Bush! ¡Su tiempo se acabó!”
En este sentido, Marcel Mettelsiefen planea aprovechar su nominación a los Oscar para hacer campaña por la causa de los refugiados. “La película es importante, y más ahora en tiempos de Trump”, dijo recordando el dolor y la confusión que reinaba entre las familias sirias que viajaban a Europa.
Al acoger a los refugiados, Alemania “ha lanzado una gran señal humanitaria”, añadió. Y quiere mostrárselo al público estadounidense. “Estados Unidos es un país fundado por personas que tuvieron que huir de la pobreza y la persecución y llegaron aquí a labrarse una nueva vida”, recordó.