El Oscar al director aún es un premio para artistas

Martin Scorsese Nominado por ‘The Irishman’. Ganó el Oscar una vez. Tiene 77 años.

Martin Scorsese Nominado por ‘The Irishman’. Ganó el Oscar una vez. Tiene 77 años.

Martin Scorsese
Nominado por ‘The Irishman’. Ganó el Oscar una vez. Tiene 77 años.

En realidad, existen dos tipos de directores de cine, si nos regimos por el comportamiento de la industria. Está el que básicamente es un organizador, un especialista cuya labor es coordinar la filmación de la película que los productores ejecutivos tienen en mente y, sobre todo, en el plan de negocios.

El ejemplo más sintomático es el del Universo Cinematográfico Marvel: conjunto de 23 cintas realizadas entre el 2008 y el 2019, con 15 directores en total. Todo ese universo, inédito en el cine, tuvo un hilo conductor,

Y están los directores ‘de autor’, comprometidos con el desarrollo de personajes, con la novedad de la historia o incluso con la experimentación (porque el cine es arte pero también técnica), antes que con el presupuesto. Son los que tienen un estilo artístico y buscan compartirlo.

Todd Phillips
Nominado por ‘Joker’.
Es novato en este premio. Tiene 49 años.

El Premio Oscar, sin desconocer sus errores por acción u omisión, siempre ha procurado premiar a este último tipo de directores y generalmente el peso de la taquilla no ha bastado para decidir la entrega de la estatuilla. Ahí está, como ejemplo paradigmático, el triunfo de Kathryn Bigelow, quien derrotó a su exesposo James Cameron en el 2009. Ella dirigió ‘The Hurt Locker’, una cinta de guerra de USD 15 millones de presupuesto, que no alcanzó los USD 50 millones de recaudación. Cameron competía con ‘Avatar’, superproducción que costó USD 237 millones y reunió USD 2 787 965,08 en los cines.

Si hablamos de directores ‘de autor’ (aunque manejen presupuestos millonarios) permanentemente derrotados, Martin Scorsese lleva la bandera. Ha sido nominado al Oscar ocho veces, pero solamente ganó una vez, por ‘The Departed’, que no constituye su trabajo más célebre.

Hoy, en su novena postulación, Scorsese busca el premio gracias a ‘The Irishman’, una cinta que se enmarca en uno de sus temas preferidos, el crimen organizado. Aunque “cada película sea un caso diferente”, Scorsese ha tomado el pulso de la violencia, la religiosidad y el cine mismo. Ha retratado a Nueva York desde diferentes perspectivas (‘Gangs of New York’, ‘La edad de la inocencia’, ‘Malas calles’, ‘Taxi Driver’) sin acercase jamás al estilo clasemediero de Woody Allen, otro neoyorquino famoso.

En ‘The Irishman’, Scorsese combina su huella para contar las historias de gánsteres con los aspectos emotivos de sus obras religiosas, al punto que esta película es calificada como un ‘autohomenaje’ a su estilo.

Sam Mendes
Nominado por ‘1917’. Ganó el Oscar una vez. Tiene 54 años.

Incluso así, en su enormidad, Scorsese no es favorito. Ahí está San Mendes, quien compite con ‘1917’, un drama bélico que confirma su estilo de atender a los detalles para conectar la obra con los espectadores y su predilección por el aspecto técnico de sus obras.

Mendes, un británico con profunda formación teatral, irrumpió en el cine con ‘American Beauty’, en la que diseccionó a la sociedad estadounidense y le permitió ganar el Oscar en 1999. Desde entonces ha combinado las relaciones familiares (padres e hijos, problemas maritales) con propuestas más comerciales, como dirigir dos películas de James Bond: ‘Skyfall’ y ‘Spectre’.

En ‘1917’, Mendes retoma el absurdo de la guerra sin sentido que ya tocó en ‘Jarhead’ (2015), cuando retrató el aburrimiento de los soldados estadounidenses en el conflicto del Golfo y planteaba el papel del combatiente en un conflicto moderno, donde pesan más los misiles y aviones teledirigidos.
Solo que ahora encontró los recursos para profundizar su vocación por lo formal. ‘1917’ es una proeza técnica, con la apariencia de haber sido filmada en solo dos secuencias (la edición es clave) y con la consagración de la cámara como vehículo de emociones.

De Quentin Tarantino, quizás el director más pop, en cambio, es imposible esperar otra cosa que películas con humor negro, violencia explícita, personajes de otras películas, referencias a Hollywood, aparente desorden en el relato y una cuidada selección de música anacrónica para la época o el lugar del relato. Además, lo normal es que se hace cargo del guion (tiene dos premios Oscar en este rubro).

Quentin Tarantino
Nominado por ‘Once Upon a Time in Holly-wood’. Tiene 56 años.

Ha sido nominado dos veces al premio de Director y no lo ganó. En esta tercera ocasión busca el galardón gracias a ‘Once Upon a Time in Hollywood’, con varios de los ingredientes de su currículum (trama intertextual, nostalgia a borbotones); aunque esta vez faltaron cosas taranteanas, como los diálogos llenos de retórica e ingenio y las canciones fuera de lugar. Esta vez hubo charlas más lisas y música de 1969.

El surcoreano Bong Joon-ho ha hecho de la comedia sarcástica su rasgo permanente, sin importar si se trata de un drama criminal o un relato de ciencia ficción, temas de su predilección. En ‘Parásito’, el filme que lo coloca en el Oscar, exhibe otros rasgos característicos de su estilo, como largas tomas con muchos sucesos en pantalla, colores saturados y críticas sociales y políticas.

Bong Joon-ho
Nominado por ‘Parásito’, es debutante en los
Oscar. Tiene 50 años.

Todd Phillips, el último candidato, solo era conocido por la taquillera pero horrible saga poschuchaqui de ‘The Hangover’. Ahí no hay estilo posible que analizar que no sea el realismo del dolor de cabeza. Con ‘Joker’, película que dirigió, escribió y produjo, convirtió al enemigo de Batman en una incómoda metáfora de la soledad y una crítica al ordenamiento social. Golpea por igual al quemeimportismo de la gente, y a Trump. Se verá si logra sostener esta propuesta en el futuro.

Sin importar quién gane esta noche, al menos este Oscar reconocerá la labor de aquellos que no desmayan en hacer de su estilo de cine algo que inquiete, conmueva y explique. Es decir, que sea arte.

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