Una filarmónica está en construcción

El armenio-ecuatoriano David Harutyunyan, director de la nueva Orquesta Filarmónica Municipal, en un ensayo en el Teatro Centro de Arte.

El armenio-ecuatoriano David Harutyunyan, director de la nueva Orquesta Filarmónica Municipal, en un ensayo en el Teatro Centro de Arte.

El armenio-ecuatoriano David Harutyunyan, director de la nueva Orquesta Filarmónica Municipal, en un ensayo en el Teatro Centro de Arte. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

Las dos cabezas del proyecto acreditan experiencia en la formación de conjuntos sinfónicos. Carlos Zavala, quien fue presidente de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG), recuerda que, cuando asumió su cargo, el conjunto contaba con 28 músicos. En 2002, cuando logró la contratación del director armenio David Harutyunyan, eran 45 integrantes, la mitad de la planta actual.
Zavala y Harutyunyan están al frente del proceso de formación de la nueva Orquesta Filarmónica Municipal de Guayaquil (Ofimug), que se estrenó en julio con un concierto de música popular.

La Filarmónica cuenta con una veintena de integrantes. Espera completar una planta de 40 músicos, la conformación aprobada por el Municipio de Guayaquil. El propio alcalde Jaime Nebot pidió a Harutyunyan hacerse cargo de una segunda sinfónica, luego de su salida de la OSG.

El director armenio ecuatoriano se ocupa de la calidad y potencia del ‘staff’ de músicos que están siendo incorporados. Diez exintegrantes de la OSG decidieron seguir a la batuta desde su antiguo trabajo al nuevo conjunto.

Entre los integrantes más experimentados hay tres mexicanos y dos cubanos, y hasta finales de este mes se incorporarán otros extranjeros: Joao Pedro y Sarahí González, una pareja de esposos cubanos con hijos guayaquileños.

En el segundo concierto del grupo se escogió un programa para orquesta de cuerdas, junto al pianista Juan Carlos Escudero como solista, porque para un repertorio de orquesta en pleno aún faltan músicos. En el concierto del próximo mes los músicos destacados serán los integrantes de vientos de la Orquesta, que actuarán como solistas con las cuerdas.

La primera temporada se extenderá hasta febrero. Entre finales de octubre e inicios de noviembre, el nuevo conjunto espera completar su formación 2017. Los directores del proyecto impulsaron con la OSG un programa de música popular con el pasillo.

El reto es lograr que la ciudad se identifique con el proyecto, subraya Zavala. “Siempre soñamos con que la Orquesta hiciera parte de la ciudad. Cuando veíamos que la estructura jurídica se iba deteriorando a través de los mecanismos de centralización, un proceso que culminó con la aprobación de la Ley de Cultura, pero que había iniciado mucho antes”.

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