Según científicos colombianos la ciencia y la religión son incompatibles cuando se trata del origen del universo. Foto: Pixaby
Las preguntas en torno al origen del universo son inagotables. La ciencia basa su tesis en la explosión del ‘Big Bang’, mientras la iglesia se concentra en la intervención de Dios.
Los astrofísicos colombianos Sergio Torres, investigador del Centro Internacional de Física; Juan Diego Soler, investigador del Instituto de Astrofísica Espacial en Francia, y Leonardo Castañeda, profesor del Observatorio Astronómico Nacional se conectaron en una charla sobre el origen del universo, que abrirá el primer ‘hangout’ de ciencia que realiza diario El Tiempo.
Aquí, seis respuestas que dejó esta charla, que pueden ayudar a entender el tema.
¿Cómo explicar a un niño el Big Bang?
Juan Diego Soler: Los niños tienen la capacidad de entender el Big Bang más fácil que muchos adultos. El universo se está expandiendo, mañana va a estar un poquito más grande de lo era ayer y hoy es más grande de lo que fue antes de ayer. Eso significa que hace muchos años todo el universo estuvo colapsado en un volumen muy pequeño, tanto que la temperatura era muy grande y no existía nada de la estructura de ahora.
Cuáles pueden ser las evidencias contundentes sobre el Big Bang como origen del universo?
Sergio Torres: La coherencia de las observaciones con las predicciones del modelo son maravillosas. La observación de la distribución de materia a gran escala, las observaciones del fondo cósmico de microonda, que tiene una estructura, la expansión del universo, la composición de la materia del universo están de acuerdo con las predicciones. No es una teoría acabada, pues hay puntos que todavía se discuten. Hay dos elementos que son problemáticos: la teoría hace necesaria postular la existencia materia oscura, que no se ha detectado, y una forma de energía, que lastimosamente le dieron el nombre de energía oscura, que tampoco se ha detectado.
¿Cuáles serían los ‘hitos’ alrededor del origen del universo?
Leonardo Castañeda: Al principio, estas teorías tienen bastantes éxitos. Uno es la abundancia de elementos ligeros, la expansión, la famosa radiación cósmica de fondo, el origen de estructuras como galaxias y eso se va formando como un rompecabezas para que dentro de un marco teórico, aparte de explicar lo que hay, nos dé posibilidades de predecir nuevos fenómenos u observaciones y con ellos volver a ‘testear’ sobre el modelo.
¿Por qué no se tiene una respuesta única?
Juan Diego Soler: La forma en la que funciona la ciencia es construir a partir de las evidencias. Y estas se basan en cosas que pueden sonar muy técnicas, como por ejemplo la rotación de las estrellas en la galaxia, eso es algo que se sale de la cabeza imaginárselo. Pero en sí, corresponden a conceptos de la física muy simples: la radiación de fondo de microondas es una luz en la frecuencia de microondas que está en alrededor de nosotros y es la misma independiente de dónde se vea. Es un poco familiarizarse con esas evidencias. La ciencia siempre ha estado abierta. Si se da una respuesta científica finalizada, hay que sospechar, porque así no funciona la ciencia. No son dogmas ni soluciones simples, sino que se va construyendo a medida que se va observando. Por eso se llama todavía teoría, no sabemos qué son la energía ni la materia oscura, pero estamos construyendo a partir de cosas que hemos venido observando. Eso da para controversias y para que la gente piense que no son teorías terminadas.
¿Se contradicen las teorías de la ciencia y la religión frente al origen del universo?
Sergio Torres: La ciencia y la religión son incompatibles. La ciencia presenta ventajas epistémicas con respecto a la aproximación al universo, esto debido a que el mismo proceso científico se encarga de corregir errores, mientras que la religión se basa en una verdad revelada y depende de la sencilla autoridad de los teólogos o los fundadores de la religión. Lo segundo es que en el tema de la cosmología, la teología siempre ha establecido una frontera en donde se dice hasta aquí llega la ciencia y el resto le pertenece a la teología. Si uno hace una revisión de la astronomía se da cuentas que esa frontera está socavando cada vez más el terreno que reclamaban los teólogos. Una anécdota muy conocida, a Stephen Hawking en 1981 en una conferencia en el Vaticano, el papa Juan Pablo II le dijo que había una frontera y que los científicos no deberían investigar el comienzo del universo, pues eso le pertenecía a la teología. Obviamente el papa no sabía que existe ya una teoría que explica el comienzo del universo, que es la inflacionaria.
El papa Francisco dijo recientemente que la teoría científica del Big Bang no se contradice con la intervención de Dios…
Sergio Torres: Esa afirmación es falsa porque la teoría del Big Bang contradice la verdad revelada sobre el origen del universo.
Juan Diego Soler: Son incompatibles y no es la primera vez que esto sucede. Cuando Georges Lemaître, el sacerdote jesuita belga que desarrollo los principios de la teoría del Big Bang, también el papa salió a decir que esto confirmaba la existencia presencia de Dios y Lemaître le escribió una carta en la que le decía que debía tener cuidado porque si se comprobaba que el Big Bang no es cierto, ¿qué pasa, se prueba que Dios no es cierto?
Leonardo Castañeda: Creo que hay que tener cuidado con esas afirmaciones. También como existe tanto éxito del Big Bang, este predice cosas desastrosas y su singularidad no la entendemos aún todavía y por eso es que allí caben un montón de posibilidades científicas pero muchas también especulativas. Pero cuando entendamos más de la gravedad de los efectos cuánticos, puede que ese Big Bang sea borrado, que no haya esa singularidad, y tendremos muchas posibilidades más.