Los tonos pasteles ayudan en el maquillaje. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Este año, la mascarilla de bioseguridad será un elemento más del disfraz de Halloween. Es una oportunidad para que los pequeños del hogar encuentren un aliciente en el uso de este accesorio, que puede resultar incómodo para ellos.
“Cuando mi hijo ve que estoy haciendo mascarillas, me hace pedidos específicos. A los niños sí les llama la atención los diseños de perritos, videojuegos, unicornios o gatitos”, cuenta la diseñadora Melissa Santa María quien, junto con su colega Andrea Márquez, dirige una tienda de diseño.
Si bien los niños prefieren las mascarillas estampadas, la comodidad es lo más importante. El material, el tamaño y el ajuste son determinantes. Las mascarillas de Santa María y Márquez cuentan con una capa de algodón hipoalergénica en el interior, que es suave con la piel sensible de los niños.
El tamaño asegura que haya un buen sellado y que se reduzcan los niveles de exposición al nuevo coronavirus.
Paola Rodríguez, representante de una tienda de disfraces, señala que ahora se ofrecen cubrebocas personalizados con elásticos y otros con velcro, que se sujetan a la nuca. Estos son recomendados para los más pequeños debido a que se ajustan al rostro con mayor facilidad.
En esta temporada ganan relevancia los personajes de películas, series y videojuegos. Rodríguez señala que los niños prefieren las mascarillas de superhéroes clásicos, como Spiderman o Batman. Las niñas, mientras tanto, escogen impresiones sobre todo de las princesas de Disney.
Durante el 2020 no ha habido lanzamientos de cine que dejen personajes memorables, como sí pasó en el 2019 con el Joker de Joaquin Phoenix o en el 2018 con la Harley Quinn de Margot Robbie. Sin embargo, las series por ‘streaming’ han presentado algunos protagonistas para encarnar, como los de ‘Cobra Kai’ y los de ‘The Umbrella Academy’.
Los barbijos con diseños de personajes de la industria audiovisual o con motivos típicos de esta fecha pueden complementarse con maquillaje de fantasía de diversos colores.
La maquilladora Karen Andrade les recomienda a los padres conversar con sus hijos sobre su disfraz, para que adquieran los implementos necesarios con tiempo. Un set de ‘pintacaritas’ y un pincel delgado serán de mucha ayuda.
Para quienes prefieran usar lo que hay en casa, la maquilladora Stefany Tejada sugiere que los padres “dejen volar su imaginación”. Con el maquillaje básico que tienen las madres se pueden crear pinturas de rostro sencillas pero alegres para los pequeños. El delineador es una de las herramientas más versátiles.
Hay que tomar en cuenta, dice Tejada, que los niños menores de 6 años no pueden permanecer mucho tiempo sentados y no les gusta que les manipulen el rostro. Por lo tanto, ensayar algo rápido y sencillo en papel permitirá obtener un buen resultado.
Dibujar una telaraña en el rostro es un clásico de ‘Halloween’ que los niños disfrutan mucho. Para las niñas que se disfrazan de princesas, el maquillaje debe ser muy delicado, dice Andrade. Trazar un copo de nieve o una flor en la cara será suficiente. No se recomienda pintar directamente la mascarilla, ya que se puede alterar su estructura.
Los tonos pasteles ayudan en el maquillaje. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO