Las ondas gravitacionales no recibieron este año el Nobel de física porque su hallazgo no fue publicado hasta el 11 de febrero de 2016. Foto: AFP.
El descubrimiento físico de 2016 es sin duda la comprobación de la existencia de las ondas gravitacionales predichas por Albert Einstein. Entonces, ¿por qué no fue reconocido hoy (4 de octubre de 2016) con el Premio Nobel de Física?
Aunque los científicos del observatorio estadounidense LIGO detectaron las ondas en septiembre de 2015, el hallazgo no se publicó hasta el 11 de febrero de 2016. Y el plazo de nominaciones para el Nobel de Física termina el 31 de enero de cada año.
“Por supuesto que habrá un Premio Nobel para ello (…) pero no este año”, afirmó hoy el director del Instituto Max Planck de Física Gravitacional (Alemania), Karsten Danzmann.
Las ondas gravitacionales se producen cuando las masas se aceleran y comprimen y estiran el espacio. Se propagan en el vacío a la velocidad de la luz y distorsionan el espacio-tiempo, de forma parecida a las ondas que produce una piedra que se lanza al agua.
Es el caso, por ejemplo, de lo que ocurre con la explosión de una estrella al final de su vida. Los científicos pueden aprovechar estas ondas como señales procedentes del universo y esperan que sirvan para hacer nuevos descubrimientos en el espacio. Por eso consideran que se trata de una nueva era para la astronomía.
Este año el Nobel de Física fue para los británicos David J. Thouless, Duncan Haldane y Michael Kosterlitz por su descripción de los estados exóticos de la materia, que pueden tener aplicaciones en campos como la electrónica.