Omaere promueve la medicina amazónica

El investigador Chris Canaday muestra la sangre de drago

El investigador Chris Canaday muestra la sangre de drago

El investigador Chris Canaday muestra la sangre de drago. Foto: Glenda Giaocmetti/El Comercio

Un grupo de indígenas de las siete nacionalidades de Pastaza, con investigadores extranjeros fundaron el Parque Etnobotánico Omaere, en el malecón Puyo, en Pastaza. Este espacio intercultural tiene el propósito de promover la conservación del bosque húmedo tropical y difundir la cultura indígena amazónica.

Según Chris Canaday, administrador de Omaere, allí los visitantes pueden conocer sobre las diferentes plantas medicinales y sus poderes curativos. Las charlas se imparten en una cabaña de la nacionalidad achuar. La casa está edificada en el ingreso del parque de 15 hectáreas.

En el área natural se plantaron caoba, laurel, intachi, copal y pambil. Además de la fruta de pan, morete, pigüe, sangre de drago, sangre de gallina, entre otras especies medicinales. Al recorrer por los chaquiñanes del parque se pueden observar especies herbáceas, de orquídeas, heliconias, bromelias y de helechos.

Canaday indicó que el líquido de la planta de sangre de drago sirve para las heridas de la piel y picaduras de los insectos. También alivia molestias del hígado y malestares causados por infecciones.

Mientras que el aceite del fruto de Tungurahua es utilizado para fortalecer la caída del cabello y evitar la caspa. “Hay que hacer todo un tratamiento para lograr los efectos deseados. Por eso recomendamos que se coloque en la noches para que la planta haga su trabajo”, indicó Canaday.

Omaere es una palabra de la nacionalidad huaorani y significa ‘selva’. Los guías nativos son los encargados de explicar los componente del área natural y sus dos tipos de bosque. Por los senderos naturales el visitante puede aprender acerca de las más de 1 500 especies de plantas propias de la Amazonía. Además, puede encontrar una infinidad de insectos de diversos colores.
Entre las aves se puede divisar a la oropéndola, tangara paraíso, golondrinas, cacique, pava de monte, mirlo pico negro, colibríes y otros.

Teresa Shiki, presidenta de la Fundación Omaere, explica que para las enfermedades como la diabetes, presión alta, colesterol, gastritis y úlceras hay varios remedios naturales.
La indígena de la nacionalidad shuar indicó que el parque etnobotánico Omaere es la farmacia de la naturaleza y un regalo de salud para la humanidad. También reciben voluntarios que han permanecido durante un mes para aprender a hacer la medicina.

“Los chicos deben pagarse sus pasantías porque no tenemos dinero. Aquí aprenden sobre las medicinas caseras”, indicó Shiki.
En la cabaña de dos pisos se ubicó un pequeño museo con vasijas recolectadas o donadas por los dirigentes de las comunidades shuar, huaorani, kichwa y zápara. Allí los voluntarios comercializan los productos hechos por las mujeres de cada etnia.
Shiki indicó que estos recursos son devueltos a las comunidades con alimentos o medicinas. El costo de las vasijas va entre USD 4 y 15. La ambateña Fernanda Flores viajó con sus compañeros de la Universidad Técnica de Ambato a este parque. Los estudiantes indicaron que su propósito era encontrar las plantas que hay en el bosque húmedo de la Amazonía.

“Se pudo conocer mucho de la cultura y las hierbas que hay para curar. Los turistas deben conocer estos espacios únicos en Pastaza”, comenta Flores.

La Fundación Omaere adquirió 250 hectáreas de bosque primario en San José de Morona, en la provincia de Morona Santiago. Los fundadores adaptarán el área para convertirla en una reserva natural que llevará el nombre de Paka Nunka que en idioma shuar significa ‘Tierra plana’.

Además se espera que el sitio se convierta en un parque y estación científica para analizar los cambios ambientales del bosque primario.

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