Los turistas realizan un recorrido por el Cuyabeno, uno de los destinos más visitados en la provincia de Sucumbíos. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
En los últimos años, la Zona 1 -que incluye Esmeraldas, Carchi, Sucumbíos e Imbabura– se posicionó como uno de los destinos turísticos más visitados del país. Pero esta panorámica cambió relativamente tras los atentados en Esmeraldas y la presencia de grupos disidentes en la línea fronteriza.
En el lapso 2012-2017, las cuatro provincias presentaron un crecimiento constante de visitantes ecuatorianos, según la información que recoge la Coordinación de Estadística e Investigación del Ministerio de Turismo. Esmeraldas aumentó el flujo de turistas de 545 033,
el 2012, a 587 690 viajeros nacionales el año pasado, siendo la más visitada de la Zona 1. En el 2017 le siguieron Imbabura (362 654), Carchi (168 822) y Sucumbíos (50 021).
El año pasado, el 85,70% de los visitantes a Esmeraldas fueron por sus playas, mientras que el ecoturismo y los atractivos culturales fueron los más frecuentados en Sucumbíos, Carchi e Imbabura.
Según estimaciones del MinTur, el tiempo de permanencia de los turistas nacionales en estos destinos era de dos noches y tres días. El turista internacional, en cambio, permaneció por ocho noches y nueve días. El gasto promedio diario por turista fue de USD 99 en Esmeraldas y USD 141 en Sucumbíos.
Sin embargo, el panorama cambió a partir del 27 de enero de este año, tras el atentado en San Lorenzo, y la provincia de Esmeraldas resultó la más afectada. Según Byron Aparicio, alcalde de Atacames, la situación se agudizó tras la explosión en Viche y la amenaza de bomba en Santo Domingo de los Tsáchilas.
“Con mucha pena observábamos a la gente regresarse. Todavía no nos hemos recuperado del terremoto (16 de abril de 2016), pero tenemos fe que de esta saldremos”.
El turismo es la segunda industria que más divisas genera en Esmeraldas, después de la pesca. Según Jorge Benítez, coordinador de la Cámara de Turismo de Esmeraldas, en el feriado por el Día del Trabajo del 2018 solo los hoteles del balneario Las Palmas presentaron un promedio de ocupación del 30%, pero en el resto de la provincia apenas bordeó el 10%. “En el reciente asueto por la Batalla de Pichincha, planeamos estrategias que muestren zonas turísticas seguras. Buscamos generar confianza para que el turista regrese”, señala.
Para Carlos Acosta, coordinador del MinTur Zona 1, generar un clima de confianza al visitante ha sido un reto que se enfrenta con promoción e información. “Al turista siempre se le indica que Mataje y San Lorenzo están lejos de las playas turísticas como Las Palmas, Atacames, Tonsupa, Súa, Mompiche, etc.”.
Para Luis Galarza, presidente Cámara Provincial de Turismo de Sucumbíos, otro factor que incidió en el alejamiento de los turistas fue la alerta que emitieron las embajadas de EE.UU., Reino Unido y Alemania, el pasado 23 de abril.
Galarza explica que llevan más de un mes sin superar el 30% de ocupación en sus hoteles, el 15% en sus restaurantes, y el 35% en centros de diversión nocturna. “Irónicamente, nuestro principal competidor en turismo está en Colombia, que tiene buenos hoteles y que ampliaron su oferta de diversión nocturna”, añadió.
Galarza es optimista y cree que el panorama cambiará luego de las fiestas de Lago Agrio, una ciudad que espera recibir a quienes emigraron de la provincia y retornan para celebrar con sus familiares. “Tenemos fe de que la Feria Gastronómica del Paiche (entre el 15 y 20 de junio), nos recupere”, finaliza.