Carolina Pérez Flor, Salomé Velasco Rivera y Carla Yépez protagonizan la obra ‘Tres Historias del Mar’. Foto: Cortesía Patio de Comedias.
La generosidad, la sencillez, los buenos recuerdos y las ganas de aprender y de enseñar que Martha Ormaza transmitía a sus compañeros, familia y amigos dan como resultado la presentación del compendio de las tres últimas obras que en vida dirigió la actriz, dramaturga y directora.
‘Una Vida de Teatro’ es un homenaje que tiene como objetivo dar a conocer las diversas facetas que la integrante de Las Marujas desempeñó a lo largo de su carrera artística, más allá de la actuación.
Tres obras fueron seleccionadas para presentarse durante los días del evento, que se iniciará mañana y concluirá el 17 de febrero, en el Patio de Comedias.
La primera es ‘A la luz de los hechos’. En ella se cuenta la historia de dos hermanas solitarias y enigmáticas: Lucía, que es ciega de nacimiento, y Ana María, que posee el don de predecir el futuro. Lucía vende esencias hechas por ella misma en las calles de la ciudad y Ana María trabaja en una tienda de licores. Ellas junto a un amigo se verán involucradas irremediablemente en una aventura con un desenlace inesperado.
La segunda se denomina ‘Tres Historias del Mar’. Aquí se profundiza en la psicología de tres hermanas que se conocen durante la edad adulta en una casa de la playa abandonada que perteneció a su madre fallecida. A lo largo de la obra, las tres hermanas van tocando varios temas, entre ellos los femeninos con mucha delicadeza y frontalidad.
La tercera obra es ‘La Serenísima madre de las flores’, basada en una investigación histórica que trata sobre el arte en la Real Audiencia de Quito.
La investigación, realizada a lo largo de varios años, otorga voz a ciertos personajes casi olvidados que construyeron el legado artístico de la historia y la identidad de los quiteños.
Entre lágrimas y nostalgia, la también actriz y gestora cultural Juana Guarderas comenta que, aunque los homenajes deben realizarse en vida, ‘Una Vida de Teatro’ es una forma de reconocer y perpetuar las enseñanzas que su compañera y amiga transmitía a todos, especialmente a las actrices con las que ponía en escena sus obras.
“Martha se ganó un espacio importante en la generación joven, debido a que ella siempre tuvo una apertura muy grande de entrega y disponibilidad para apoyar a estudiantes en la realización de cortos u otros proyectos”, recuerda Guarderas, la Marujita cuencana.
Paloma Pierini, la hija de Ormaza, afirma que desde pequeña ha estado presente en el montaje de varias obras de su madre. Dice que ha participado en dirección, iluminación, escenografía, entre otras actividades. Destaca también que, como heredera de un gran legado, es su deber realizar este tipo de eventos con el fin de mantener vivo en el público el recuerdo de su mamá.
Por su parte, Julia Silva, una de las actrices de la obra ‘A la luz de los hechos’ y que ha trabajado durante años con Ormaza, destaca que es inspirador reponer estas obras y que en cada ensayo las actrices aplican las mismas ganas, disciplina y amor que la Marujita mona les transmitía.