Obra teatral sobre Medardo Ángel Silva da un salto al cine

La vida del poeta modernista guayaquileño, uno de los ‘decapitados’, inspiró un largometraje que se estrenará en junio. Foto: Captura

La vida del poeta modernista guayaquileño, uno de los ‘decapitados’, inspiró un largometraje que se estrenará en junio. Foto: Captura

La vida del poeta modernista guayaquileño, uno de los ‘decapitados’, inspiró un largometraje que se estrenará en junio. Foto: Captura

En el primer día de rodaje, la actriz venezolana Lupita Ferrer le regaló un tarro de vitaminas a Julio Ortega. A la reconocida intérprete de telenovelas le impresionaba que un actor tan joven se arriesgara a interpretar a Medardo Ángel Silva. “Yo veo de pronto a un Al Pacino teniendo dificultades con este papel”, observó Ferrer, quien en el filme interpretó a la madre del poeta guayaquileño.

Ortega, en quien recayó además la producción del filme biográfico ‘Medardo’, había interpretado ya el papel en una obra de teatro Off-Broadway, en Nueva York, un circuito alternativo al de los teatros de grandes presupuestos.

Tras un año del rodaje en Guayaquil, ‘Medardo’ enfrenta la última etapa de posproducción de cara al preestreno en Nueva York el próximo 13 de mayo. La cinta se estrenará en Ecuador el 5 de junio coincidiendo con el mes de aniversario de la muerte de Silva.

La película y la obra teatral, escritas y protagonizadas por el actor, partieron de un taller de dramaturgia en Nueva York, en el que al histrión guayaquileño le pidieron un personaje. “Soy un enamorado de la figura de Silva, me ha impactado mucho su obra, su elegancia, su vida llena de misterios”.

En el 2013, la pieza teatral ‘Medardo, con el alma en los labios’ (2012) obtuvo el premio ATI (Artistas de Teatro Independiente) a la mejor producción, lo que junto a reconocimientos de la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE) le dio a la historia el impulso definitivo para la gran pantalla.

Ortega, que guarda un cierto parecido con el poeta, describe como un “regalo” y un reto el poder encarnar a una figura tan poderosa. “Tiene una fuerte carga dramática, un cuadro psicológico, era una persona clínicamente depresiva”, agregó el intérprete.

La cinta recorre la corta vida de Silva: su poesía, su atracción por la muerte, sus amores, su conflicto con una sociedad conservadora y su suicidio lleno de misterio. El tema central es la obsesión de Medardo por Rosa Amada Villegas, su novia y la causa de su muerte, interpretada por Fátima Mayorga.

La película representa el conflicto de un personaje que se debate entre la vida y la muerte, explica Nitsy Grau, directora del filme. “En el universo del poeta muchas veces se confunde lo imaginario con lo real, lo que realmente sucedió con lo que ocurrió sólo en su imaginación”, refiere.

Según Grau, la más obsesiva de las relaciones del poeta es la que mantenía con la muerte. El reto fue hacer la relación creíble y ubicar en el otro vértice a Rosita, el amor terrenal y ancla del poeta con la vida. “Visualicé a la muerte no como un fantasma ni un ser etéreo, sino como una mujer guapa, seductora y carnal”, indicó la directora.

La producción, ambientada en 1919, trae a la vida los versos de amor del poeta de la Generación Decapitada. Algunas de las escenas son recreaciones de fragmentos de su obra: “Lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero, y besando tus cartas ingenuamente lloro” (…) “Mi dolor de vivir es un dolor de amar, y al son de la garúa, en la antigua calleja, me invade un infinito deseo de llorar”.

Uno de los retos de la cinta ha sido borrar en la posproducción elementos actuales como semáforos para que cada toma quede cien por ciento congruente con el Guayaquil de hace 100 años.

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