¿Cuánto tiempo en realidad permanece el covid-19 en la manija de una puerta, un vaso de vidrio, el asiento de un bus...?

Imagen referencial. El estudio examinó 40 muestras de aguas residuales y confirmó la presencia del ARN, el ácido ribonucleico o información genética del SARS-Cov-2. Foto: Pixabay

Imagen referencial. El estudio examinó 40 muestras de aguas residuales y confirmó la presencia del ARN, el ácido ribonucleico o información genética del SARS-Cov-2. Foto: Pixabay

Imagen referencial. El nivel de eposición al SARS-Cov-2 determina la cantidad de virus en una superficie. Foto: Pixabay

Luego de seis meses de estudios, el mundo científico ha llegado a una especie de consenso sobre cuál es el tiempo de duración del nuevo coronavirus en las distintas superficies. Los expertos basan sus conclusiones sobre el tema en dos estudios principalmente: uno publicado por especialistas en la revista científica estadounidense The New England Journal of Medicine (NEJM) y otro difundido por la publicación británica de investigación Journal of Hospital Infection (JHI). ¿A qué conclusiones han llegado los expertos sobre el tema?

Para la investigación publicada en la NEJM se utilizó un dispositivo para dispensar aerosol que simulaba las gotas creadas al toser o estornudar y comprobaron cuánto sobrevivió el virus en distintos materiales. En superficies de acero inoxidable (refrigeradoras, ollas, sartenes y lavamanos), o plástico (botellas, asientos de autobuses, mochilas, botones de ascensor) se detectó un virus viable hasta 72 horas después. Esto significa que permaneció durante tres días en estas áreas, aunque la carga viral se redujo considerablemente.

En cobre, no se detectó presencia del virus tras cuatro horas. En estaño y aluminio (latas de gaseosas, papel aluminio, etc), alrededor de dos horas. En cartón, la contaminación duró hasta 24 horas, es decir, no se midió SARS-CoV.2 tras un día.

En materiales como el aluminio de las latas el SARS-CoV.2 permaneció alrededor de dos horas. Foto: Pixfuel

En cristal (vasos, espejos, gafas, ventanas de inmuebles y de vehículos) y cerámica (platos, tazas, pisos, baños) hasta cinco días. En papel la duración varía, pero no pasa de algunos minutos.

En cuanto a la comida, según el estudio, al parecer el nuevo coronavirus no se propaga por exposición a alimentos. De todas maneras, no está de más lavar las frutas y las verduras al menos con agua antes de ingerirlas.

No se encontró al virus en agua potable. Si penetra la fuente de agua, las plantas locales que tratan el agua la filtran y desinfectan.

A su vez, el estudio publicado en Journal of Hospital Infection coincide en que en el acero inoxidable y el plástico un porcentaje del virus sobrevive y conserva su capacidad infecciosa hasta por tres días.

Según este estudio, la supervivencia del SARS-CoV-2 en otros materiales resultó menor que en el acero y el plástico. En el caso de los teléfonos celulares, la permanencia del virus depende del material del que están hechos.

En los celulares la presencia del SARS-CoV.2 depende del material de los mismos. Foto: Pikist

El tecnólogo electrónico Diego Villarreal recuerda que hay teléfonos con protección de plástico y otros de cristal o metal. El médico Carlos Chávez considera que en este caso, más que del material, el riesgo dependerá de si el dueño del aparato porta el virus o de si abandona el artefacto en cualquier parte.

Vincent Munster
, jefe de la sección de Ecología de Virus de los Laboratorios Rocky Mountain y uno de los que dirigió el estudio publicado en JHI, destaca que las fibras naturales absorbentes en el cartón o en la madera pueden hacer que el virus se seque más rápido que en el plástico y el metal.

Aún no está claro cuánto tiempo puede durar el virus en la ropa y otras superficies más difíciles de desinfectar. Por ejemplo, el coronavirus puede sobrevivir horas y hasta días en superficies como las agarraderas de las puertas si estas no son desinfectadas.

Cuánto tiempo sobrevive el virus depende también de la exposición al calor, al frío, a la luz del sol y a la humedad, sin embargo, no hay estudios específicos al respecto. Los expertos consideran que en condiciones ambientales de mayor humedad y frío, hay más probabilidad de que el virus resista en determinadas superficies, más aún si estas están en un lugar cerrado y sin aireación.

Para el médico salubrista Ricardo Torres, lo más importante sobre el contacto del SARS-CoV-2 con superficies es que estas se pueden limpiar fácilmente con desinfectantes domésticos comunes que matarán el virus. Él resalta que más del 90% contagios se da por contacto con otros seres humanos infectados. Dice que el nuevo coronavirus se propaga principalmente de persona a persona y que es más probable adquirirlo por estar alrededor de alguien que lo tiene que por tocar una superficie contaminada.

Él recomienda desinfectar a diario superficies muy expuestas como manijas de puertas, mesas, teléfonos, teclados, controles remotos e inodoros. Y si las superficies están sucias, limpiarlas primero con agua y jabón, y luego con un desinfectante.

Expertos recomiendan limpiar manijas por estar muy expuestas al SARS-CoV.2. Foto: Public Domain Pictures

La investigación publicada en Journal of Hospital Infection muestra también que los coronavirus en general pueden desactivarse eficazmente y en un minuto al desinfectar las superficies con etanol al 62-71%, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) al 0.5%, o hipoclorito de sodio (lejía doméstica).

Otro estudio, realizado por el Ministerio de Sanidad español, en condiciones de 22 grados centígrados de temperatura y 60% de humedad, revela que se deja de detectar el virus después de tres horas sobre pañuelos de papel y en uno o dos días en madera, ropa o vidrio. En acero inoxidable, plástico, billetes y mascarillas quirúrgicas señalan que en más de cuatro días.

Sobre los zapatos, Andrew Janowski, instructor de enfermedades infecciosas en el Hospital St. Louis de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, afirma que no hay más evidencias que las que apuntan a que el calzado es por lo general un foco de gérmenes y virus. "A las bacterias les encanta vivir en los zapatos", asegura el doctor Janowski. Pero eso no quiere decir que sean una fuente común de infección.

En otro estudio, en el que se tomaron muestras de las suelas de los zapatos del personal médico de cuidados intensivos de un hospital en China, se encontró que la mitad dieron positivo a contaminación por el SARS-CoV-2, pero no fue un estudio concluyente porque la unidad de medicina interna, en la que había pacientes con casos menos severos, las suelas estaban menos contaminadas que las usadas en cuidados intensivos.

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