Imagen referencial. Para el gastroenterólogo ecuatoriano Andrés Acosta, la obesidad es “sin duda la enfermedad prevenible más importante de nuestro siglo”. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.
En un informe publicado en este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que más de 600 millones de personas mayores de 18 años sufren de obesidad. Esto implica que un 13% de la población adulta en todo el planeta está altamente expuesta a enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos del aparato locomotor y algunos tipos de cánceres (del endometrio, la mama y el colon).
En un intento de realizar un mejor tratamiento para quienes sufren de este mal, un grupo de científicos de la Clínica Mayo (EE.UU.) ha identificado cinco subcategorías de obesidad con el fin de diferenciar a los pacientes que requieren de medicamentos de los que necesitan terapia de acompañamiento.
En este grupo de investigadores participó el médico ecuatoriano Andrés Acosta, quien explica en una entrevista vía correo electrónico cuáles son los alcances del estudio.
¿Qué motivó a los médicos a estudiar la obesidad?
La obesidad es la epidemia mundial más importante de nuestro siglo. En los Estados Unidos, dos de cada tres personas adultas sufren de sobrepeso u obesidad y 17% de los niños tienen obesidad.
La obesidad aumenta el riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular, cáncer, artrosis, depresión. La obesidad es sin duda la enfermedad prevenible más importante de nuestro siglo, y está asociada con una disminución de la expectativa y la calidad de vida.
¿Cómo se realizó la investigación?
Estudiamos 500 personas de peso normal, sobrepeso y con obesidad tipos I, II y III y demostramos que todas las personas con obesidad consumen 150 kcal en cada comida más que las personas con peso normal antes de sentirse llenos. Asimismo, encontramos que las personas con obesidad tienen un estómago más grande y vacían más rápido que las personas con peso normal. Estos hallazgos nos sirvieron para poder sub-clasificar a la obesidad en cinco categorías.
¿Cuáles son estas subcategorías?
La primera, es la saciedad anormal [dificultad para sentirse lleno (22%)]. Es lo que llamamos saciedad anómala o problemas de saciedad. Las personas con obesidad y saciedad anormal consumen más de 300 kcal por comida antes de sentir llenura comparado con otras personas con obesidad y más de 400 kcal comparado con personas de peso normal.
La segunda, es el estómago de mayor tamaño (14%). Cuando el estómago está en ayunas, estas personas con obesidad tienen un estómago 30% más grande que otras con obesidad y 35% más grande que personas con peso normal.
Y las tres restantes…
La tercera, es el componente conductual (13%). Este grupo es de personas que tienen obesidad y problemas de ansiedad o depresión. Lo más común es que comen por “estrés” o problemas “emocionales”.
En cuarto lugar está el estómago con vaciamiento más rápido (13%). Este grupo está caracterizado por personas con obesidad cuyo estómago se vacía 45 minutos más rápido que personas de peso normal (valor normal es de 120 minutos en nuestro estudio).
Finalmente están los otros (26%). Dentro de estos, existen explicaciones de obesidad o subgrupos de obesidad que no analizamos en nuestro estudio. Dentro de ellos incluyen el actividad física, gasto de calorías (en forma de calor y metabolismo), ejercicio, la microbiota, uso de antibióticos, infecciones virales, uso de medicinas que producen aumento de peso y/o factores genéticos independientes de las características antes descritas.
¿Cuáles cree que son los motivos por los cuales la prevalencia de la obesidad sigue en aumento?
Existen varios motivos. La alimentación alta en calorías, la falta de actividad física y nuestro nuevo estilo de vida con fácil acceso a la comida, bebidas altas en calorías y mayor sedentarismo.
¿Cuál es y cómo actúa esta hormona que da la sensación de llenura en las personas con obesidad?
Son algunas hormonas las que producen saciedad. Una de las más importantes es la hormona llamada péptido YY o PYY, la cual es liberada por nuestro intestino y produce la sensación de saciedad. Esta hormona activa los centros de saciedad en nuestro cerebro y nos produce la sensación de llenura. En personas con obesidad esta hormona está disminuida en comparación con personas de peso normal.