Nicolás Alvarado es un ejemplo de los chicos altos del siglo. Tiene 16 años y mide 1,83 m. Foto: EL COMERCIO
La nutrición, los programas de salud y acceso a la educación fueron los responsables de los 11,5 centímetros que los hombres ecuatorianos crecieron en los últimos 100 años.
A esa conclusión llegaron Verónica Naranjo y Francisca Cifuentes, nutricionistas, tras la difusión del estudio realizado por el Imperial College of London y publicado en la revista científica eLife.
La investigación consistió en un seguimiento de las tendencias de crecimiento de personas de 200 países del mundo que nacieron entre 1896 y 1996.
La explicación que da Naranjo es que las anteriores generaciones consumían alimentos enteros: del campo a la mesa y los nutrientes no eran asimilados por completo por el organismo. Ahora la mayoría de productos son refinados y fortificados. Hay alimentos que incluso llevan el nombre de funcionales porque además de sus vitaminas y minerales contienen componentes que previenen alergias, reducen el riesgo de desarrollar cáncer.
A esa misma conclusión llegó Germania Moreta, médica genetista. “Hay factores epigenéticos, es decir, ambientales, que influyen en que una talla sea baja, se mantenga o sea mayor a la media normal para la edad. Uno de esos factores es la alimentación”.
La conclusión que manejan ambas especialistas coincidió con la explicación que dio María Chiara DiCesare, de la Universidad de Middlesex, en Reino Unido: “los genes no pueden explicar los distintos ritmos de crecimiento y variaciones que se puede ver entre uno y otro país”.
Dentro de las mejoras realizadas en relación a la nutrición figura el consumo apropiado de alimentos ricos en proteína, macronutriente indispensable en la formación de músculos y tejidos, según Cifuentes.
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De acuerdo con datos publicados por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2011-2013), los ecuatorianos buscan ese alimento en el arroz (19%), pollo (18%), carne de res (8%), pescados y mariscos (8%), y en el queso (5%).
La falta de nutrientes frenó notoriamente el crecimiento en pobladores de Asia del Sur (como India, Pakistán y Bangladesh) y del África subsahariana. Allí el aumento de altura es de 1 a 6 centímetros.
Lo contrario ocurrió con los hombres holandeses y belgas que crecieron más de 12 centímetros, medida que los convirtió en los más altos del mundo.
El acceso a la educación, en cambio, ha hecho que millones de personas en el mundo reflexionen sobre la importancia de mantener una alimentación y una vida saludable equilibrando porciones y consumiendo productos nutritivos. De allí también el interés por sumarse a las distintas actividades físicas. “Una persona que hace deporte tiene más oportunidad de crecer con relación a una persona sedentaria”, dijo Naranjo.
Y la oportunidad de vincularse a la actividad física, precisamente, ofrecen países como Ecuador en el que existen decenas de canchas y escenarios deportivos de uso gratuito.