El Observatorio Astronómico preparó el telescopio para observar el evento. Foto: Mario Alexis González/EL COMERCIO
Ni el telescopio del Observatorio Astronómico de la Escuela Politécnica Nacional logra burlar las nubes que cubren el cielo quiteño la mañana de este lunes 9 de mayo del 2016.
Estas condiciones meteorológicas impiden que se pueda disfrutar el tránsito de Mercurio, fenómeno astronómico que ocurre luego de 10 años. Jairo Armijos, astrofísico del Observatorio Astronómico de Quito, explica que este fenómeno se da debido a que el planeta Mercurio, el más cercano al sol, se interpone entre la Tierra y el sol impidiendo el paso de la luz solar; creando un círculo negro que se desplaza por la superficie del sol.
Estaba previsto que el tránsito sea visible desde Ecuador, en casi toda Sudamérica, la parte este de Norteamérica y una pequeña parte de Europa, el fenómeno también será visible de manera parcial en el resto de Europa y Asia.
Sin embargo, las nubes impiden que se pueda verlo en la capital ecuatoriana. El Observatorio Astronómico preparó el telescopio para observar el evento.
Pero esta actividad, que no tiene ningún costo, no ha podido ser realizada. En su lugar los funcionarios del Observatorio han provisto de una pantalla en la que se puede observar el tránsito, a través de una transmisión en directo de observatorios de otras partes del mundo que tienen cielos despejados.
Según Armijos, el eclipse máximo en el cual Mercurio está más cercano al centro del Sol se dio a las 09:57:26. Y el último momento en el cual Mercurio se encontrará aún dentro del disco solar será a las 13:39:14 y saldrá del mismo a las 13:42:26. Los próximos tránsitos de Mercurio se llevarán a cabo el 11 de noviembre de 2019 y el 7 de noviembre del 2039.
La observación del tránsito solo será posible si el cielo se encuentra despejado, y debido a las dimensiones de Mercurio el eclipse no se podrá ver a simple vista, pues el diámetro del planeta es de aproximadamente 12,1 segundos de arco, lo cual lo hace unas 158 veces más pequeño que el disco solar, incluso más pequeño que muchas de las manchas solares.