La noticia falsa de que Holanda prepara la creación de una pastilla letal que facilitaría el suicidio asistido se viralizó en España y Latinoamérica. Foto: Pxfuel.
Los supuestos planes del Gobierno holandés para legalizar “una pastilla letal” que las personas mayores de 70 años “cansadas de vivir” podrían conseguir sin receta para poner fin a su vida ha incendiado a lectores e internautas hispanohablantes.
En realidad es una noticia falsa que surge de la reciente publicación de un estudio sobre la eutanasia y del debate que trata de impulsar sobre este tema una de las formaciones que integran el Gobierno de coalición neerlandés, el partido progresista holandés D66.
Diarios y cadenas de televisión españolas publicaban informaciones en las que se afirmaba que Holanda ya “había empezado a tramitar la puesta en marcha” de “una píldora venenosa”, que “no necesitará prescripción médica, ni justificar un problema de salud” para que los mayores de 70 años puedan suicidarse si lo desean.
Estas falsedades han causado gran indignación a usuarios de redes sociales, entre ellos miembros de partidos políticos contrarios a la eutanasia.
La noticia falsa llegó también a Latinoamérica, y en países como Argentina algunos diarios explicaron “Cómo es la pastilla letal que piensan implementar en Holanda para los mayores de 70 cansados de vivir”, o aseguraron que Holanda aprobará tal píldora “que no necesitaría una orden médica”.
En Chile, los medios incluso hicieron encuestas para preguntar a los lectores si les gustaría seguir los pasos del Gobierno holandés y legalizar la eutanasia.
Todo surge de una investigación encargada por el Ejecutivo holandés y publicada a finales de enero del 2020 en ese país para determinar el número de adultos mayores que recurrirían a un procedimiento de eutanasia cuando sufran dolores típicos de la edad.
Este informe, y la conocida postura pro-eutanasia de uno de los partidos en el Gobierno, el D66, lo que ha dado pie a diferentes medios en España y América Latina a sacar conclusiones equivocadas.
La supuesta píldora, Pil van Drion (en neerlandés), está bautizada en nombre de Huib Drion, un jurista holandés que en 1991 sugirió la posibilidad de poner a disposición del ciudadano de tercera edad, de forma gratuita, una “hipotética pastilla” para que puedan quitarse la vida cuando sean mayores de 75 años.
Como confirma la Asociación Holandesa de Fin de Vida Voluntario (VVE), esta pastilla no existe en los Países Bajos, ni hay planes de legalizarla o producirla de forma oficial, aunque sí hubo una cooperativa, Coöperatie Laatste Wil (CLW), que decidió retar a las autoridades hace un par de años promocionando un polvo letal con una función similar a la Pil van Drion.
En la década de los noventa, la que fuera ministra de Sanidad, la progresista Els Borst, respaldó públicamente la idea de llevar a debate la legalización de la pastilla de Drion, lo que provocó un gran escándalo en el país y la obligó a olvidarse del tema. Desde entonces, ningún miembro del Gobierno trató de poner la cuestión sobre la mesa.
¿Qué decía el informe?
El Comité de investigadores preguntó a 21 000 holandeses mayores de 55 años si, una vez alcancen una edad determinada, tengan que lidiar con achaques y consideren que ya han completado su ciclo de vida, les gustaría poder tener acceso legal a la eutanasia. Unas 10 000 contestaron que sí.
También preguntaron a 1 600 médicos de cabecera y estudiaron más de 200 solicitudes de eutanasia ejecutadas y rechazadas estos meses, para concluir la composición y el porcentaje de personas que, sin estar gravemente enfermas, no quieren seguir viviendo por las condiciones de la vejez.
El informe no se pronuncia acerca de cómo podría llevarse a cabo ese suicidio asistido, pero según la propuesta del D66, este proceso no consistiría en adquirir un fármaco sin receta para poder quitarse la vida en el hogar.
En caso de que llegue a debatirse la iniciativa de esta formación, un posible proyecto de ley que ni siquiera está sobre la mesa, se tratará de ampliar la actual ley de eutanasia, en vigor desde 2002, a estas circunstancias, para añadir una herramienta de suicidio al sistema legal.
El paciente tendría que recurrir igualmente a su médico de cabecera, que lo enviaría a un especialista y, durante meses, se trataría de aliviar su situación con las medidas a su alcance.
Si esto no funcionara, y el paciente insiste en su deseo de morir, entonces se podría tramitar una solicitud de eutanasia, que se llevaría a cabo como en el resto de casos de enfermedades graves y dolorosas, con supervisión estricta de un médico.
¿Qué propuso el Gobierno?
Nada. La coalición que gobierna actualmente en La Haya logró un acuerdo en 2017 para formar el Ejecutivo precisamente con base en el compromiso de no presentar ningún proyecto de ley que pueda conducir a legalizar el suicidio asistido “para personas cansadas de vivir”, aunque sí acordaron encargar la investigación social que se publicó.
El Gobierno está formado por liberales (VVD), progresistas (D66) y dos partidos más conservadores, los democristianos (CDA) y Unión Cristiana (UC), y únicamente D66 está a favor de presentar esta ley.
Una de sus diputadas prometió elaborar el proyecto y presentarlo después de verano, pero de momento, no hay mayoría parlamentaria para su aprobación, al menos hasta las elecciones de marzo de 2021.