Imagen del río Caoni en Puerto Quito, esta es una de las opciones para visitar en el noroccidente de Pichincha. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El Noroccidente de Pichincha es una de las zonas más biodiversas del planeta. Allí se encuentra la Reserva de la Biósfera del Chocó Andino, la cual conserva atractivos naturales, como ríos y cascadas, una variedad abundante de aves —hay unas 800— y 270 especies de mamíferos.
En las parroquias del Noroccidente del Distrito Metropolitano de Quito y en los cantones de Pedro Vicente Maldonado, San Miguel de los Bancos y Puerto Quito ya se pueden realizar actividades como senderismo, ‘canopy’, ‘tubbing’ y ‘rafting’. Además, hay actividades culturales y gastronómicas, como los recorridos del cacao, chocolate y ágave. Así lo da a conocer Raúl García, Presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha.
“La oferta de alojamiento y gastronomía ya implementó los protocolos de bioseguridad” para detener el avance del nuevo coronavirus, dice García. “Hay opciones para todo tipo de bolsillos, desde lo más lujoso hasta lo más básico. Sugiero que los turistas hagan sus reservas previas”, añade.
Al salir de Quito, una de las primeras paradas es Pomasqui. En esta localidad se puede visitar la Casa del Ágave, en donde se hace un recorrido por el procesamiento del penco para convertirlo en productos como miel o licor.
Además de la oferta gastronómica tradicional de Calacalí, los viajeros pueden visitar el Museo de Carlota Jaramillo, que ya reabrió, de acuerdo con Patricio Velásquez, gerente técnico de Quito Turismo.
Avanzando sobre la carretera Calacalí-La Independencia, se llega a Nanegalito. Esta es una parada que ofrece platos como la fritada, ceviche, tilapia y caldo de gallina, según cuenta Óscar Armijos, presidente de la Mancomunidad del Chocó. Además, es una localidad que produce lácteos y que cuenta con un minimercado de productos de la zona, como yuca, plátano, naranja, y piña.
“Estamos trabajando con la Policía Nacional. Se señaló los puntos para el distanciamiento en los locales y el Gobierno Parroquial de Nanegalito implementó dos puntos de lavamanos. Todos andan con su mascarilla y también se exige lo mismo para los visitantes”, dice Armijos, quien también es el presidente de la parroquia.
En esta parroquia ya están funcionando, entre otros, la Reserva Intillacta, en donde se puede hacer deportes de aventura y observación de aves; Bellavista Cloud Forest, avistamiento de aves y orquidearios, y Finca Frajares, tour de café.
En Nanegal, la reserva Maquipucuna, una de las más grandes del Noroccidente, se puede observar aves y osos en ciertas temporadas. Además, la hostería es un lugar ideal para propiciar el descanso y la recreación familiar.
Velásquez dice que en Nono hay opciones de rutas ciclísticas, como la Ruta de Nono hacia Tandayapa. En los sitios poblados hay reservas de orquídeas y hosterías. Pacto también tiene rutas para bicicleta. Además, ya están funcionando Mashpi Lodge, Reserva de Amagusa, Finca Agroecológica Mashpishungo, Reserva Pambliño y otros.
La oferta turística también se está reactivando en los cantones Puerto Quito, Pedro Vicente Maldonado y San Miguel de Los Bancos. Desde hace un mes, aproximadamente, los negocios se han reabierto en Mindo, en San Miguel de Los Bancos, según Henry Guillén, presidente de la Cámara de Turismo del Noroccidente de Pichincha.
En estos cantones hay oferta de cabañas, para familias, y de habitaciones en hosterías. Guillén da a conocer que se puede realizar actividades como caminatas, avistamiento de aves, visita a ríos y cascadas, paseos a caballo, ‘tours’ de café y chocolate y visitas a mariposarios y orquidearios. Para quienes buscan aventura, hay ‘rafting’, ‘tubing’, teleféricos y ‘canopy’.
Los ofertantes turísticos que ya se activaron están trabajando en conjunto para optimizar recursos. Las hosterías ayudan a coordinar las actividades de sus huéspedes para que no se encuentren con puertas cerradas. “Llamamos a los operadores turísticos y les decimos ‘hay un grupo que va a ir’, porque no pueden estar abiertos 12 horas sin recibir gente, entonces se preparan para los grupos”, explica Guillén, quien además es dueño de la Hostería Casas de Piedra en Mindo.
Los negocios turísticos están a la espera de visitantes y para ello se han preparado los meses pasados en todos los protocolos para resguardar la seguridad de sus trabajadores y de los turistas.