Pancho Suárez (centro) es el actual director del proyecto, que comenzó en el 2010, en Guápulo. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
La itinerancia se ha convertido en la esencia de No Lugar. Este proyecto, que desde el 2010 promueve el trabajo de artistas jóvenes en la escena local e internacional, abrió a mediados de mayo un nuevo espacio para exposiciones de arte contemporáneo, en La Tola.
Antes de llegar al local ubicado entre las calles Vicente León y Esmeraldas, que es parte de un conjunto donde viven 12 familias, No Lugar abrió espacios expositivos en tres barrios de la ciudad: Guápulo, La Floresta y La Chilena, siempre con el objetivo de activar la oferta de arte contemporáneo que existe en Quito.
La actividad de la nueva galería, donde antes funcionó una bodega, un local de serigrafía y una mecánica, se inició con ‘Infinito’, una exposición que reúne el trabajo de dos colectivos y 18 artistas ecuatorianos que han estado vinculados con el trabajo de No Lugar.
Entre este grupo de artistas está La Suerte (Sofía Acosta), que presenta ‘Cuerpo/Territorio’, una serie hecha de mapas de los años cincuenta y fotografías de algunas partes de su cuerpo. En esta serie, que fue realizada para una publicación de geografía y cartografía crítica feminista, propone una reflexión sobre los vínculos entre cuerpo y ciudad. Frente a esta obra está ‘Autorretrato’, una fotografía de Martina Avilés, donde ella aparece en primer plano sosteniendo entre sus manos la trenza que formó parte de su cabellera.
A unos metros está ‘Cartografía de una noche de baile’ de Teo Monsalve, un cuadro de gran formato con fondo negro, donde realiza una representación visual de sus sensaciones luego de una noche de baile.
Otra de las obras que juega con la idea de territorio es ‘Vía a Papallacta’ de Gonzalo Vargas, una fotografía donde aparecen unas torres de energía eléctrica en medio del verdor del paisaje de la zona.
La obra que da la bienvenida al público es ‘Carrito fanzinero’, de Kuzkin Mat, colectivo dedicado a la narrativa gráfica a través de pequeños cómics y experimentos editoriales.
La exposición se completa con obras de los artistas Andrea Ramírez, Leandro Pesantes, Chay Velasco, el colectivo Chivox, Christian Proaño, Christian Tapia. También están Consuelo Crespo, Pablo Andino, Boloh Miranda, María José Argenzio, Rubén Darío Díaz, Pancho Baquerizo, Johanna Villavicencio y
David Cevallos.
Pancho Suárez, uno de los fundadores de este proyecto y su actual director, explica que este año el trabajo de No Lugar, que también ha incluido programas de residencias locales e internacionales y proyectos educativos, tendrá como prioridad la realización de exposiciones de artistas ecuatorianos. “La idea -dice- es posicionar a la galería y generar más mercado en la ciudad”.
Entre junio y noviembre de este año se realizarán tres muestras individuales -en las que participarán Patricio Ponce, Fernanda Murray y Karina Cortez- y tres colectivas -en las que estarán Kasumi Iwama y Andrea Zambrano; Juan Carlos Espinosa, Mauricio Cruz y Esteban Pérez; y Cristian Tapia y Pamela Suasti.
Como parte de la celebración de su octavo aniversario, No Lugar también prepara la edición de un libro-memoria para contar el trabajo realizado durante estos ocho años. Con ese objetivo se lanzará una campaña de ‘crowdfunding’ para recolectar fondos.
La apertura de la nueva galería de No Lugar se suma a una serie de espacios culturales y artísticos que en los últimos años se han abierto en La Tola, entre ellos La Oficina, La Capilla y Sereno Moreno. También está la casa que adquirió la Facultad de Artes de la Universidad Central. La galería atiende de martes a domingo desde las 11:30. Los sábados las visitas guiadas son previa cita.