Desde el 31 de enero, Camila, de 8 años, le ha preguntado a María Elena Vargas: “¿mami, tú también estás de vacaciones?”. Ella le ha respondido que no. La niña ha insistido: “¿Y si pides permiso?”. Pero para esta señora fue imposible lograr que sus días de descanso coincidieran con los de su hija.
Vargas es secretaria en el departamento de Registro Académico de la U. Andina Simón Bolívar, en Quito. La niña estudia en el Colegio Julio Verne. Es una entre 1 870 544 alumnas del régimen Sierra y Amazonía que volverán a clases el jueves 13, luego de dos semanas libres. Fueron sus primeras vacaciones oficiales; aunque en diciembre tuvieron 10 días. Las próximas vacaciones largas serán en julio, al final del segundo quinquemestre.
Las familias aún no se acoplan al nuevo sistema, que reemplazó a los trimestres, en septiembre del 2012. La queja común se resume en que los niños vacacionan mientras los padres trabajan. El viceministro de Educación, Freddy Peñafiel, aseguró que analizan la vigencia de este período de descanso entre quinquemestres. El ministro Augusto Espinosa indicó que estaría disponible para evaluar el sistema, cuando el ciclo Costa termine, en marzo. Mientras, todos han tenido que adaptarse.
Vargas y su esposo Byron Amaya suelen darse un respiro entre julio y agosto, para ir a la playa. En este mes ella no puede conseguir permisos, la U se cierra en agosto. Él tampoco, está a cargo de la Reserva Cayambe Coca y llega a casa los viernes por la noche.
Así que terminado el primer ciclo de clases de Camila había dos alternativas: dejar a la niña con sus abuelos paternos, en La Magdalena, en el sur, o con la abuela materna, de 76, quien cuida a la bisabuela, de 94.
Vargas, como otros empleados de la Andina, llevaron a sus hijos al trabajo los primeros días de febrero. No tenían planes hasta que la Secretaría les ayudó a conseguir campamentos. Camila fue inscrita en Pumamaki, costó USD 140, duró una semana, de 08:00 a 13:00, con transporte y concluyó el viernes. La llevaron a conocer animales de granja, caminó al Ilaló, pescó, jugó carnaval… Sus primos se sumaron a esta actividad. Así su madre logró que su cuñada ama de casa se encargara de la niña en la tarde, hasta pasar por ella a las 18:30.
Más padres han acudido a familiares para no dejar a sus chicos solos. Es el caso de Sergio Salvador y su esposa Doris Echeverría; trabajan en la Concentración Deportiva de Pichincha y en el Ballet Ecuatoriano de Cámara.
Sus pequeños José y Pedro, de 4 y 2 años, están confundidos. No entienden por qué si están de vacaciones tienen que levantarse tan temprano como para ir a la guardería.
Esta temporada la han pasado junto a los abuelos maternos, Carlos Echeverría y Rosa Toapanta, de 73 y 66 años. A Salvador le preocupa que sus hijos pierdan la costumbre de ir a la escuela. Y otros hábitos, por ejemplo los alimenticios.
Jenny Jara trabaja de 08:00 a 13:00 y de 15:00 a 18:00, en el departamento administrativo de una institución privada. Los dos primeros días de las vacaciones, sus hijos Josua, de 11, y Alejandro, de 8, se quedaron en casa, entreteniéndose con Internet. Por eso los dejó desde el sábado 1 hasta ayer con su madre, en Riobamba. Allá estuvieron en un curso de dibujo.
Yessenia Roldán y su esposo, gerente de producción de Pintex, no tuvieron otra alternativa: dejan a sus hijos Natalia, de 9; Matías, de 5, y Sofía, de 2, con la empleada de la casa.
Ella es auditora del Consejo de Participación Ciudadana y como empleada pública tiene un mes de vacaciones al año. Pero no puede disponer de ellas en febrero, la necesitan para plantear metas, reuniones y capacitaciones. De lunes a viernes sale de su casa a las 07:30 y regresa sobre las 18:30.
Mayra Centeno, ingeniera civil, labora en la Empresa Metropolitana de Agua Potable. Ella y su esposo José Torres, arquitecto, hicieron planes desde el 2013. Tomaron la mitad de sus vacaciones en este período. Y disfrutan de la ruta del Spondylus con Valeria, de 10 años, alumna del Colegio Militar Eloy Alfaro. Viajaron además la tía, el tío y los abuelos.
No todos han podido seguir su ejemplo, por problemas de presupuesto. El ecuatoriano con educación superior, jefe de hogar, gasta en promedio USD 103 en paquetes turísticos al año, según el INEC. Paola Pavlica es la mamá de Ashley, de 16 años; Pablo, de 12; y Joseph, de 2. Tampoco dispuso de vacaciones. Ella no encontró opciones para adolescentes. En estas semanas ha vivido preocupada porque sus hijos se sienten encerrados y salen a los centros comerciales. Ella no cree que sea seguro. Además, dice que han perdido el hábito de acostarse y levantarse temprano.